Un alumno de 8º curso de la escuela HaKfar HaYarok de Ramat Hasharon recibió el domingo una dosis errónea de sus vacunas debido a un error de la escuela.
HaKfar HaYarok, un internado al sur de Tel Aviv, celebró una jornada de vacunación en la que se vacunó a los niños contra la difteria, el tétanos, la tos ferina y el virus del papiloma humano (VPH). El alumno en cuestión recibió una dosis excesiva de su vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP) y una vacuna contra la polio en lugar de la vacuna contra el VPH.
Al descubrirse el error, se informó debidamente al Ministerio de Sanidad. El Ministerio de Sanidad afirmó en un comunicado que la estudiante no corre peligro.
Esta afirmación está respaldada por un estudio revisado por pares de 2019 en la revista Vaccine. El estudio, que examinó el fenómeno del efecto adverso para la salud (AHE) como resultado de un exceso de dosis de vacunas, concluyó que, “más de tres cuartas partes de los informes de un exceso de dosis de vacunas no describieron un AHE. Entre los informes en los que se informó de un evento AHE, no observamos ninguna condición inesperada o agrupación de EA”.
Las vacunas DTaP, HPV y polio son todas etapas normales del calendario de vacunas en Israel, así como en Estados Unidos y el Reino Unido. Según el sitio web del Ministerio de Sanidad de Israel, las primeras dosis de la vacuna DTPa deben administrarse en los dos primeros años de vida, con un refuerzo a los 7 años y otro a los 13. La poliomielitis suele añadirse también a la vacuna DTaP, con la excepción del refuerzo a los 13 años, que sólo es contra la difteria, el tétanos y la tos ferina.
¿Cuáles son estas enfermedades?
Las tres enfermedades que previene la vacuna DTaP son potencialmente mortales en los niños. El sitio web de los CDC explica que una infección por difteria puede provocar dificultad para respirar, insuficiencia cardíaca, parálisis o la muerte. El tétanos puede provocar graves problemas de salud, como no poder abrir la boca y tener problemas para tragar y respirar. Naturalmente, esto también puede llevar a la muerte.
Por último, la tos ferina, también conocida como tos convulsa, provoca una tos violenta e incontrolable que dificulta comer, beber o respirar. Suele ser mortal sólo en bebés y niños pequeños, causando neumonía, daños cerebrales o la muerte. Sin embargo, en adolescentes y adultos puede provocar debilidad, pérdida de control de la vejiga, desmayos y fracturas de costillas por la tos intensa.