La organización terrorista Yihad Islámica Palestina informó que ya no mantiene comunicación con los miembros que mantenían cautivo al ciudadano israelí Rom Braslavski. La pérdida de contacto se produjo después de una operación militar de las Fuerzas de Defensa de Israel en la zona donde se encontraba detenido, aunque no se ha confirmado su estado actual.
Las tropas terrestres israelíes ingresaron por primera vez en Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, tras haber evitado previamente esa área por considerarse un posible lugar de cautiverio de rehenes. Según información oficial, Braslavski fue secuestrado el 7 de octubre de 2023 durante el ataque perpetrado por Hamás en el festival de música Nova, y figura entre los 50 rehenes aún retenidos en Gaza.
Se estima que al menos 20 de los secuestrados permanecen con vida. Aproximadamente la mitad de los rehenes sería liberada en el marco de un acuerdo de alto el fuego que está siendo negociado en Doha, con la mediación de Catar. La Yihad Islámica ha emitido anteriormente declaraciones imprecisas o inexactas, y el gobierno israelí ha calificado sus comunicados como parte de una estrategia de guerra psicológica.
En abril, la organización publicó un video donde aparecía Braslavski con signos de enfermedad. En la grabación, el rehén aseguraba encontrarse en un “infierno”. Según expertos, el contenido habría sido preparado bajo coacción. Tras el nuevo anuncio, la familia del rehén emitió un comunicado donde exigió una reunión inmediata con las máximas autoridades del gobierno y las Fuerzas de Defensa de Israel.
“Queremos saber dónde está nuestro hijo. Queremos que los responsables se sienten con nosotros y transmitan la situación, no fragmentos de información o verdades parciales”, declaró la familia, cuya declaración fue reproducida por medios israelíes. También señalaron que no han recibido respuestas ni actualizaciones oficiales por parte del gobierno ni del estamento militar.
Los familiares denunciaron que “nadie sabe dónde está Rom. Ni las FDI ni la Yihad Islámica saben nada. Lo único que nos dijeron es que está solo”. Criticaron además a los dirigentes políticos por priorizar objetivos territoriales antes que la vida de los rehenes, y mencionaron los recientes comentarios de Orit Strock, ministra de Misiones Nacionales y Asentamientos, quien sostuvo que las FDI no deberían abstenerse de actuar en zonas donde hay cautivos.
El lunes, luego de conocerse la incursión de tropas israelíes en Deir al-Balah, el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas —organismo que representa a los allegados de la mayoría de los secuestrados— expresó preocupación por la operación militar. “Las familias exigen que el primer ministro, el ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor y el portavoz de las FDI comparezcan ante ellos y ante el público israelí esta noche para explicar claramente por qué la ofensiva en el área de Deir al-Balah no pone a los rehenes en grave riesgo”, señaló el grupo.
La declaración finalizó con una advertencia directa: “El pueblo de Israel no perdonará a nadie que a sabiendas haya puesto en peligro a los rehenes, tanto a los vivos como a los muertos”. La ofensiva se desarrolla mientras prosiguen en Catar las conversaciones entre Israel y Hamás sobre una posible tregua de 60 días.
Según los términos preliminares, la mitad de los rehenes sería liberada durante ese período, aunque Hamás no ha respondido formalmente a las condiciones propuestas, debido a complicaciones internas para contactar con su liderazgo dentro de Gaza.