Abraham Hamra, abogado de inmigración radicado en Nueva York, presentó una demanda contra Al Jazeera por difamación. Este refugiado judío de Siria alegó que la cadena informó de manera falsa sobre un pago del gobierno israelí para visitar sitios de ayuda humanitaria en Gaza. Hamra rechazó la afirmación y confirmó que financió el viaje con recursos propios. La acción legal se radicó en el tribunal federal del Distrito Este de Nueva York.
La publicación de Al Jazeera en Instagram mostró un video de Hamra cerca de suministros de ayuda para Gaza. El texto superpuesto indicó que el gobierno israelí invitó a influencers a recorrer los sitios y “supuestamente pagaron” para participar. La demanda señaló que la cadena no incluyó fuentes para respaldar la acusación ni contactó a Hamra antes de difundir el contenido, lo cual viola prácticas estándar en periodismo.
Hamra, opositor al antisemitismo en línea, destaca entre influencers pro-Israel por su fluidez en árabe. La demanda acusó a Al Jazeera de un patrón antisemita y antisionista, además de un “desprecio imprudente por la verdad” en informes sobre Israel. El texto argumentó que la falta de verificación y el historial de parcialidad constituyen malicia real bajo la ley de difamación de Nueva York.
La acusación implicó que Hamra violó la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, un delito federal. Esta insinuación dañó su reputación profesional como abogado y generó reacciones negativas en línea, con usuarios que buscaron su información personal en una “lynch mob” virtual. Al Jazeera, con sede en Doha y financiada por Qatar, no respondió a solicitudes de comentarios ni designó representación legal.
Los demandados incluyen Al Jazeera International, registrada en Delaware con oficinas en Washington, DC, y Al Jazeera Media Network. La demanda reclama daños por al menos $1 M y un juicio con jurado. Hamra huyó de Damasco en 1994, a los siete años, tras la eliminación de restricciones a la emigración judía por el régimen de Assad en 1992. Su familia integró la última ola de refugiados judíos sirios en Estados Unidos.
La comunidad judía siria en Nueva York muestra conexiones variables con Siria; los llegados tempranos carecen de fluidez en árabe, mientras que algunos recientes visitan el país tras la caída de Assad. Un pariente de Hamra, el rabino Avraham Hamra, ejerció como último rabino jefe de Siria. Tribunales estadounidenses abordan demandas relacionadas con Israel y antisemitismo, con activistas de ambos lados que inician acciones legales contra oponentes.
Las demandas pro-Israel apuntan a universidades, agencias de la ONU, activistas, organizaciones sin fines de lucro, empresarios y lugares de entretenimiento. Instituciones como la Universidad de Columbia enfrentan litigios de múltiples frentes. Sin embargo, las acciones contra medios por cobertura de la guerra resultan infrecuentes; un caso similar involucró a Palestine Chronicle, demandada por excautivos de Hamás retenidos por uno de sus reporteros.
Grupos proisraelíes aplican leyes de manera novedosa desde el ataque del 7 de octubre de 2023, como protecciones para clínicas de aborto en sinagogas o derechos civiles subutilizados. Un juez federal en Washington, DC, equiparó recientemente el ataque a una persona judía con bandera israelí al antisemitismo, decisión que abogados consideran guía para futuros casos sobre activismo antiisraelí.