El primer ministro Binyamin Netanyahu criticó duramente a la red Al-Jazeera el miércoles por la noche, y declaró que trabajará para eliminarla de Israel.
“La red no cesa de incitar a la violencia en torno al Monte del Templo. He apelado a varias veces a los organismos competentes para cerrar su oficina en Jerusalén. Si esto no se hace debido a la interpretación legal, voy a trabajar para promulgar las leyes necesarias para eliminar a Al-Jazeera de Israel”, declaró Netanyahu.
El periódico Yediot Aharonot informó el mes pasado que Netanyahu está considerando cerrar las oficinas de Al-Jazeera en Israel, y que la oficina de prensa del gobierno, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el establecimiento de defensa comenzaron a trabajar en el asunto.
El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, dijo más tarde que respaldaba la medida.
“No hay razón para que continúe transmitiendo desde Israel, no es un medio de comunicación, es un equipo de propaganda al estilo de los soviéticos o de la Alemania nazi”, dijo, añadiendo: “Todos los informes sobre Israel están sesgados y cargados de hostilidad, mientras que el canal no dice nada sobre Irán”.
La mayoría de los 34 empleados de la red en Israel son árabes israelíes cuyo despido probablemente conducirá a demandas ante la Corte Suprema de Justicia.
Al-Jazeera, de propiedad de Qatar, ha sido atacada por su apoyo a la Hermandad Musulmana. Egipto ha acusado a Al-Jazeera en general, y a su filial egipcia, Al-Jazeera Mubasher Misr, en particular, por servir como portavoz de los islamistas.
La estación niega cualquier sesgo, diciendo que está cubriendo simplemente protestas islamistas.
Al-Jazeera tiene cerca de 80 oficinas en todo el mundo y transmite en varios idiomas.
Arabia Saudita y Jordania cerraron recientemente las operaciones de la red en sus países como parte de una campaña más grande de estados árabes sunitas regionales contra Qatar.