Amnistía Internacional solicitó una investigación penal por crímenes de guerra tras el ataque aéreo israelí contra la prisión de Evin, en Teherán, ocurrido durante la guerra de doce días en junio. Según las autoridades iraníes, 79 personas murieron como consecuencia del bombardeo. La organización calificó el ataque como “deliberado” y como “una grave violación del derecho internacional humanitario”.
La ofensiva destruyó parte del edificio administrativo del complejo penitenciario, ubicado en el norte de Teherán. Grupos de derechos humanos han señalado que ese recinto alberga a prisioneros políticos y ciudadanos extranjeros. Amnistía afirmó que el ataque israelí causó víctimas civiles y daños severos en al menos seis áreas del recinto.
Amnistía fundamentó sus conclusiones en declaraciones de testigos, imágenes satelitales y videos que, según indicó, fueron verificados. Afirmó que no había elementos que permitieran considerar la prisión de Evin como un “objetivo militar legal”. Por ello, exigió que los ataques fueran examinados en el marco del derecho penal internacional.
El bombardeo contra la prisión formó parte de una ofensiva más amplia lanzada por Israel el 13 de junio contra objetivos vinculados con altos mandos militares iraníes, científicos del programa nuclear, instalaciones de enriquecimiento de uranio y centros relacionados con el desarrollo de misiles balísticos. Israel declaró que esa operación tenía como fin impedir que Irán ejecutara su amenaza de destruir el Estado de Israel.
Evin Prison’s gate has been blown open—by the IDF.
— Matthew Nouriel (@MatthewNouriel) June 23, 2025
The regime’s most feared symbol of repression—hit.
For 45 years, political prisoners and Iran’s greatest minds have been tortured, silenced, and murdered there.
Today, that gate fell.
The Islamic Republic is cracking.
Let it… pic.twitter.com/7ZKbug0P3N
Irán ha negado que busque dotarse de armamento nuclear. Sin embargo, enriqueció uranio a niveles sin uso civil, impidió el acceso de inspectores internacionales a instalaciones clave y amplió su arsenal de misiles. Según autoridades israelíes, el régimen iraní ha avanzado hacia la militarización.
Los ataques sobre Evin se produjeron durante una jornada de bombardeos sobre instalaciones gubernamentales en Teherán, incluida la sede del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, la prisión de Evin y el reloj propagandístico de cuenta regresiva conocido como “Destrucción de Israel”. Los objetivos fueron seleccionados por su valor estratégico y simbólico para el régimen iraní.
El ataque del 23 de junio provocó la muerte de personal administrativo, guardias, visitantes, reclusos y residentes cercanos. En ese momento, se encontraban en la prisión entre 1.500 y 2.000 personas. Entre los prisioneros se encontraban Cecile Kohler y Jacques Paris, ciudadanos franceses detenidos desde hace tres años por cargos de espionaje.
Ambos resultaron ilesos, según informaron sus familiares. Posteriormente, las autoridades iraníes los trasladaron a otra ubicación. Gobiernos como el de Francia consideran que tanto ellos como otros detenidos en circunstancias similares han sido retenidos como “rehenes” para ejercer presión durante negociaciones diplomáticas.