Un empleado de Amnistía Internacional fue blanco de un software de vigilancia de fabricación israelí, dijo el miércoles el grupo de derechos humanos, añadiendo a un creciente número de ejemplos de tecnología israelí utilizada para espiar a trabajadores de derechos humanos y figuras de la oposición en el Medio Oriente y más allá.
En un informe de 20 páginas, Amnistía Internacional describió cómo cree que un pirata informático intentó entrar en el teléfono inteligente de un miembro no identificado a principios de junio al hostigar al empleado con un mensaje de WhatsApp sobre una protesta frente a la Embajada de Arabia en Washington.
La organización de derechos humanos con sede en Londres dijo que rastreó el enlace malicioso en el mensaje a una red de sitios vinculados al NSO Group, una compañía de vigilancia israelí implicada en una serie de intentos de robo digital, incluida una campaña para comprometer a los defensores de un impuesto a las bebidas gaseosas en México y un esfuerzo por hackear el teléfono de un disidente árabe que provocó una actualización del sistema operativo de Apple.
Joshua Franco, director de tecnología y derechos humanos de Amnistía Internacional, dijo que el último intento de piratería es emblemático del aumento del riesgo digital que enfrentan los activistas en todo el mundo.
“Esta es la nueva norma para los defensores de los derechos humanos”, dijo Franco.
NSO dijo en una declaración escrita que su producto estaba “destinado a ser utilizado exclusivamente para la investigación y prevención del crimen y el terrorismo” y que las acusaciones de irregularidades serían investigadas. En respuesta a una serie de preguntas escritas, la compañía dijo que las acusaciones pasadas de uso indebido del cliente habían conducido, en un número no revelado de casos, a la terminación de los contratos.
Los hallazgos de Amnistía Internacional fueron corroborados por el vigilante de Internet Citizen Lab, que ha estado rastreando el spyware de la NSO durante dos años y tiene su base en la Escuela Munk de Asuntos Globales de la Universidad de Toronto.
En su propio informe publicado el miércoles, Citizen Lab dijo que hasta el momento había contado con unos 175 objetivos de spyware de la NSO en todo el mundo, incluidas 150 personas en Panamá identificadas como parte de un escándalo de espionaje doméstico masivo arremolinado alrededor del ex presidente del país.
El informe de Amnistía Internacional dice que la organización identificó a un segundo activista de los derechos humanos en Arabia Saudita, que fue blanco de manera similar a su empleado. Citizen Lab dijo que encontró rastros de intentos similares de piratería atados a Qatar o Arabia Saudita, haciendo alusión al uso del software espía israelí en otras partes del Golfo.
Cualquier posible uso de la tecnología israelí para disuadir a la policía en el mundo árabe podría plantear preguntas incómodas tanto para Israel, que todavía se ve como un bastión de la democracia en la región, como para los países que no tienen vínculos diplomáticos formales con el Estado Judío.
Para Franco, de Amnistía Internacional, era una señal de un comercio fuera de control de las herramientas de vigilancia de alta tecnología.
“Este es un gran mercado que es completamente opaco y está poco regulado”, dijo.