El columnista de Haaretz, Gideon Levy, estuvo esta semana en el podcast Legitimate Targets, conducido por Jackson Hinkle, una figura conocida por su antisemitismo en redes sociales.
Descrito a sí mismo como “marxista-leninista conservador”, Hinkle es un ferviente defensor de grupos terroristas antiisraelíes como Hamás y los hutíes. En su reciente viaje a Yemen, se reunió con líderes hutíes y ofreció un discurso en una manifestación en Saná, la capital controlada por estos. Con frecuencia publica imágenes de terroristas como Yayeh Sinwar, autor intelectual del 7 de octubre, a quienes ensalza como héroes, mientras acusa a Israel de terrorismo.
Durante la entrevista, Levy dirigió sus críticas contra el primer ministro Benjamin Netanyahu. Aseguró que no tenía intención de aplicar las condiciones adicionales del alto el fuego y atribuyó el fracaso a sus intereses políticos.
En sus declaraciones, Levy sostuvo que la Masacre del 7 de Octubre destruyó el “campamento de la paz” en Israel, lo que a su juicio prueba que nunca existió realmente. También afirmó que la masacre y el secuestro de israelíes debieron haber fortalecido dicho sector en lugar de debilitarlo.
Hinkle puso en duda las denuncias de violaciones cometidas por terroristas de Hamás durante la masacre. Levy replicó: «En realidad no importa. Estuve en los kibutz el 9 de octubre y vi horrores que nunca antes había presenciado. Se dice que hubo violaciones y lo creo, sin duda, porque ocurrieron atrocidades indescriptibles. ¿Ocurrieron algunas violaciones? Supongo que sí, en algunos casos». También manifestó que estaría «más que feliz de ver pruebas de que no sucedieron».
Las palabras de Levy recibieron elogios de Hinkle, quien calificó su labor periodística como “valiente” por su constante crítica al Estado de Israel y a las Fuerzas de Defensa de Israel.
En varias ocasiones, el conductor del podcast llamó “genocidas empedernidos” a los sionistas, los responsabilizó del antisemitismo y sostuvo que Israel utiliza esta acusación para descalificar cualquier crítica. Levy coincidió con esta afirmación: “Estoy totalmente de acuerdo contigo. Durante años, la propaganda israelí se basó en una sola manipulación: etiquetar las críticas a Israel como antisemitismo”.
Aseguró que esta estrategia tuvo un gran impacto, paralizando a Europa, donde nadie quiere ser catalogado como antisemita. En Estados Unidos, sostuvo, también provoca cautela en quienes desean criticar a Israel. Sin embargo, Levy argumentó que la situación ha cambiado drásticamente: «Ya no necesitan que yo lo diga; solo deben observar las imágenes de Gaza.
No pueden permanecer indiferentes. Los israelíes no ven Gaza, por lo que creen lo que les dicen. Pero en el resto del mundo, las imágenes hablan por sí solas. Al ver lo que ocurre, ¿cómo se puede justificar como defensa propia o lucha contra el terrorismo?».
Al referirse al antisemitismo, Levy sostuvo que las acciones de Israel lo fomentan deliberadamente. Expresó que, en su experiencia, «la mayoría de quienes critican a Israel, la ocupación, el apartheid y la situación en Gaza no tienen ninguna relación con el antisemitismo».