Un reporte de Israel Hayom revela que Estados Unidos pactó con Israel la reanudación de la ayuda humanitaria a Gaza como parte de un convenio indirecto para liberar al soldado israelí-estadounidense Edan Alexander la semana pasada. Contrario a las declaraciones de Washington, que calificaron la liberación como un gesto de buena voluntad, el acuerdo involucró presiones para reactivar los envíos de asistencia.
El pacto, gestionado mediante contactos entre altos funcionarios estadounidenses y de Hamás, llevó a Israel a autorizar la entrega de ayuda en zonas bajo control de Hamás antes de que los nuevos centros de distribución, diseñados para evitar que la asistencia llegue a manos del grupo, estuvieran operativos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado los esfuerzos para implementar su sistema de distribución actualizado. Sin embargo, mientras este se pone en marcha, los suministros, que incluyen fórmula para bebés, equipo médico, combustible y alimentos esenciales, se distribuyen utilizando los métodos previos.
Aunque organismos internacionales de ayuda supervisan la distribución, autoridades israelíes admiten que Hamás probablemente desvía una porción considerable de los recursos.
Fuentes en Washington explicaron que el arreglo busca ser una solución temporal para garantizar el respaldo continuo de Estados Unidos a las operaciones militares de Israel, al tiempo que facilita avances en las negociaciones para un alto el fuego y la liberación de rehenes.