TEHERAN, Irán – Los iraníes informaron el sábado que la emisora estatal había silenciado el ruido del estadio durante el partido de fútbol de la noche anterior en Teherán, en un aparente intento de ahogar los cánticos antigubernamentales.
Las imágenes de los teléfonos móviles compartidas ampliamente en las redes sociales mostraron a miles de fanáticos en el estadio Azadi de Teherán cantando «Muerte al dictador» durante el encuentro entre Esteghlal, la capital, y Tractor Sazi, de la ciudad de Tabriz, en el noroeste del país.
Aunque el video no pudo ser verificado de manera independiente, coincidió con una decisión de la emisora estatal IRIB (Radiotelevisión de la República Islámica de Irán) para silenciar el sonido y evitar repercusiones de la multitud.
«Ayer, cuando se mostraba el fútbol, el sonido en el estadio se redujo a un nivel tal que uno pensaría que estaban jugando en un callejón», dijo un usuario de Twitter.
Fans of visiting team Tractor Sazi of Tabriz chant “death to the dictator” as they await a match against local team Esteghlal at Tehran’s Azadi Stadium, August 10, 2018. https://t.co/ifISz0sKJt pic.twitter.com/OFZexpuEeP
— Voice of America (@VOANews) August 11, 2018
Los comentaristas de fútbol de IRIB culparon a la «interrupción de la red» por el bajo volumen, sin dar detalles.
«Bajaron el volumen para que nadie pudiera escuchar los lemas«, dijo otro usuario de Twitter.
Irán ha visto huelgas y protestas en todo el país en las últimas semanas, centradas en los altos precios y el desempleo, pero también con lemas políticos radicales.
Las autoridades han reconocido el enojo por la situación económica, que se ha visto exacerbada por la reimposición de las sanciones por parte de Estados Unidos el martes tras el abandono de un acuerdo nuclear emblemático para 2015.
Pero dicen que cualquier agitación política es obra de instigadores externos, fomentada por los Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel.
Las fuertes restricciones a la presentación de informes y los informes de cortes de Internet móvil en las zonas afectadas han dificultado la verificación de las reclamaciones de las autoridades y las redes sociales.