Crisis en las relaciones personales y decepción mutua entre el primer ministro Netanyahu y el presidente de EE. UU., Donald Trump. Fuentes cercanas al presidente informan que Trump está decepcionado con Netanyahu.
A principios de esta semana informamos que Netanyahu estaba frustrado con Trump. Ahora se revela que el presidente estadounidense también ha perdido la paciencia con el primer ministro israelí. Dos fuentes de alto rango cercanas al presidente declararon en los últimos días, en conversaciones privadas cuya información llegó a Israel Hayom, que Trump decidió no esperar más a Israel y avanzar en iniciativas en Oriente Medio sin depender de Netanyahu.
Las fuentes explicaron que el presidente busca tomar decisiones que, a su juicio, promuevan los intereses de EE. UU., especialmente en relación con Arabia Saudí y los países del Golfo. En algunas de estas iniciativas —principalmente la normalización con Arabia Saudí— Israel estaba destinada a participar. Sin embargo, según la perspectiva de Trump, Netanyahu está demorando las decisiones necesarias. En este contexto, el presidente no está dispuesto a retrasarse hasta que Israel cumpla con lo esperado y avanza sin ella.
Cabe destacar que, en el marco de la normalización con Israel, Arabia Saudí espera el fin de la guerra en Gaza y una declaración israelí sobre un “horizonte para un Estado palestino” o una formulación similar. El ministro Ron Dermer, encargado del tema, dedicó numerosas horas a redactar las palabras relacionadas con la disposición israelí para la creación de un “Estado palestino” en el futuro, en medio de la oposición pública a esta idea y la sensibilidad política del término en Israel.
Además, Trump está furioso por lo que considera un intento de Netanyahu y su entorno de presionar al exasesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, recientemente destituido, para llevar a cabo una acción militar contra Irán. Netanyahu afirmó, en respuesta a la publicación de este asunto en The Washington Post, que solo habló con Waltz una vez. Sin embargo, Trump no quedó convencido.
El enojo del presidente parece ser la razón del aislamiento de Israel, tanto en el anuncio de la tregua con los hutíes como en la exclusión de Israel de dicho acuerdo. Es notable que, incluso después de que Trump anunciara el acuerdo con los hutíes, los representantes israelíes encargados de las relaciones con EE. UU. no lograron obtener información del equipo de la Casa Blanca durante 24 horas. Además de este aislamiento, Trump no tiene planeado visitar Israel durante su viaje a la región la próxima semana.
La desconexión entre Trump y Netanyahu probablemente explica las declaraciones del primer ministro y del ministro de Defensa, Israel Katz, en las últimas 24 horas, en las que indicaron estar preparados para un escenario en el que Israel deba actuar solo. En respuesta a una pregunta de su portavoz, Topaz Luk, sobre si “frente a la amenaza hutí, Israel puede luchar solo”, Netanyahu afirmó: “La regla que he establecido es que Israel se defenderá por sus propios medios”. Esta mañana, el ministro de Defensa, Katz, declaró: “Israel debe ser capaz de defenderse por sus propios medios frente a cualquier amenaza y cualquier enemigo. Esto fue cierto ante muchos desafíos en el pasado y lo será también en el futuro”.