El periódico Al-Quds ha revelado tres documentos, presuntamente escritos por Yahya Sinwar, líder de Hamás recientemente asesinado, en los que instruye sobre el manejo de los rehenes en Gaza.
En el primer documento, se destaca que es imperativo “proteger la vida de los prisioneros enemigos y mantenerlos a salvo”, pues representan un recurso crucial para la negociación de la liberación de terroristas palestinos presos. Además, se incluyen versículos del Corán que respaldan esta instrucción.
El segundo documento clasifica a 112 rehenes anónimos distribuidos en tres áreas específicas: Ciudad de Gaza (14), el centro de la Franja (25) y Rafah (51). También se menciona un cuarto grupo de 22 rehenes sin ubicación determinada. Los cautivos en cada zona están divididos por edad (mayores o menores de 60 años), género y si pertenecen a la población civil o militar.
Este mismo documento menciona que un rehén beduino fue detenido en Ciudad de Gaza, mientras que en Rafah permanecen cuatro cautivos beduinos, incluyendo un hombre de 55 años identificado como Youssef Ziyadne, junto con tres de sus hijos, de los cuales dos fueron liberados durante el alto el fuego de noviembre.
En el tercer documento, se listan los nombres de once mujeres rehenes que fueron liberadas al inicio de la guerra, en su mayoría durante la tregua de una semana en noviembre. El documento detalla su nombre, edad y ciudadanía extranjera, cuando aplica.
Se estima que alrededor de 97 de los 251 rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre siguen en Gaza, incluidas las víctimas mortales confirmadas por las FDI, con al menos 34 cadáveres recuperados.
Para finales de noviembre, Hamás liberó a 105 civiles en medio de una tregua; previamente, habían sido liberados otros cuatro rehenes. Además, las tropas lograron rescatar con vida a ocho cautivos y recuperar los cuerpos de 37 rehenes, entre los que figuran tres que fueron abatidos por error durante intentos de escape.
Asimismo, Hamás mantiene cautivos a dos ciudadanos israelíes que ingresaron en Gaza en 2014 y 2015, junto con los cuerpos de dos soldados de las FDI que murieron en 2014.