El presidente del partido israelí Hogar Judío y ministro de Educación Naftali Bennett explicó en una entrevista con la BBC que la decisión de dejar los detectores de metal a la entrada del Monte del Templo fue hecha para “defender a todos los que quieran adorar en el Monte del Templo”.
La entrevista se llevó a cabo horas antes del ataque mortal de puñalada en la comunidad samaritana de Halamish.
“La única manera de defendernos es colocando esos detectores de metal y creo que se darán cuenta de que hay detectores de metales en el Vaticano, que hay detectores de metales en el Muro Occidental, en Westminster, en La Meca … no hay razón para no mantener los detectores de metal a la entrada del Monte del Templo”, agregó.
“El Monte del Templo está abierto a todos”, subrayó Bennett. “Los detectores de metales son vitales para la seguridad de todos”.
El entrevistador presionó a Bennett por el tema de los detectores de metales, señalando que la Agencia de Seguridad de Israel había recomendado que los detectores fueran removidos, a lo que Bennett respondió: “Sugiero que nos deje dirigir nuestro país y usted dirije su programa de televisión, porque necesitamos dar seguridad a nuestros ciudadanos y a los millones de musulmanes, judíos y cristianos que adoran en la zona más sagrada del mundo, que es la ciudad antigua”.
La policía, señaló Bennett, dijo claramente que los detectores de metales son necesarios y que no hay alternativas.
Preguntado sobre la “ansiedad” entre los árabes de que el status quo en el Monte del Templo está siendo cambiado, el líder de Hogar judío dijo: “Lee mis labios: El Monte del Templo está abierto. Está abierto para oraciones. Está abierto para cualquier musulmán que quiera adorar. Sí, debido al «Día de Furia» hoy hay una atenuación temporal del número de personas, pero eso se eliminará en el momento en que vemos que las cosas estén tranquilas”.