El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, sufrió una crisis emocional profunda tras un ataque israelí con bíperes contra sus agentes y la eliminación de la cúpula del grupo, según reveló su familia a medios libaneses.
Su hijo aseguró que Nasrallah ya no era el mismo, mientras que su hija confirmó que lloró tras el ataque con bíper. Ambos, junto con tres nietos del líder terrorista, ofrecieron declaraciones en entrevistas transmitidas por la cadena Al-Manar.
El 17 de septiembre de 2024, miles de bíperes utilizados por Hezbolá en el Líbano explotaron simultáneamente, matando a decenas de agentes y dejando a miles de heridos. Este ataque marcó el inicio de una escalada militar israelí contra el grupo terrorista, que durante casi un año había lanzado cohetes contra Israel, obligando a evacuar a unos 60.000 residentes del norte.
Los dispositivos, cargados con explosivos, fueron activados mediante un mensaje encriptado que requería que los usuarios los sostuvieran con ambas manos, maximizando el daño. Semanas después, ataques aéreos israelíes diezmaron la estructura de mando de Hezbolá, incluyendo a Nasrallah, y debilitaron significativamente las capacidades militares del grupo respaldado por Irán. En noviembre, se alcanzó un alto el fuego.
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— Voice From The East (@EasternVoices) March 2, 2025
Nasrallah's son, Jawad Nasrallah in an interview: "My father became depressed after the assassination of Fuad Shukar. And after the Beeper operation, everyone who met him said he is no longer with us"
That’s how big the morale effect on Hezbollah was
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Zeinab Nasrallah, hija del líder terrorista, relató en Al-Manar que llamó a su madre al día siguiente de las explosiones para conocer la reacción de su padre. “Me dijo que él lloró”, afirmó.
Por su parte, Mohammed Jawad Nasrallah, su hijo, explicó que su padre cayó en una profunda depresión tras la muerte del comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en un ataque aéreo en julio, agravada luego por la ofensiva con los bíperes. Según Jawad, quienes se reunieron con él notaron que estaba ausente y distante.
La ofensiva israelí, una vez que la guerra se tornó abierta, afectó gravemente la moral de Nasrallah y de su organización. Además, su hijo reconoció que, aunque el líder de Hezbolá era consciente del peligro que enfrentaba, se había vuelto menos precavido ante la posibilidad de un ataque contra él.
Diez días después de la ofensiva con bíperes, Israel localizó y eliminó a Nasrallah en un bombardeo masivo contra su búnker subterráneo en Beirut. Durante tres décadas, había liderado la organización terrorista.
En diciembre, dos exagentes del Mossad revelaron en el programa 60 Minutes de CBS detalles de la operación con los bíperes. Uno de ellos afirmó que Nasrallah presenció las explosiones y vio cómo sus propios hombres caían a su lado en el búnker. “Vio con sus propios ojos cómo se derrumbaban”, aseguró.
Consultado sobre la fuente de esa información, el exagente respondió: “Es un rumor fuerte”.

Dos días después del ataque, Nasrallah apareció en un discurso público. “Si miras sus ojos, estaba derrotado”, afirmó el exagente. “Ya había perdido la guerra. Sus propios soldados lo miraron durante el discurso y vieron a un líder quebrado”.
El jefe del Mossad, David Barnea, calificó la operación con los bíperes como un “punto de inflexión” en la guerra en Líbano.
Nasrallah fue sepultado la semana pasada en un funeral en Beirut. Durante la ceremonia, realizada en el estadio Camille Chamoun Sports City, el más grande del país, aviones de combate israelíes sobrevolaron la capital libanesa a baja altura.
El ataque con los bíperes, atribuido rápidamente a Israel, se produjo en el contexto de una intensificación de la ofensiva israelí contra Hezbolá, que comenzó a atacar a Israel tras la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre de 2023.
En esa ofensiva, el grupo terrorista palestino asesinó a unas 1.200 personas en Israel, en su mayoría civiles, y secuestró a 251, lo que desató la guerra en Gaza.
El mes pasado, se puso en marcha un alto el fuego de tres fases entre Israel y Hamás, aunque solo se ha completado la primera etapa y su continuidad es incierta.