Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá por décadas, murió en un ataque aéreo llevado a cabo por la Fuerza Aérea de Israel en Beirut en septiembre, según reveló hoy el New York Times. El informe detalla cómo la inteligencia israelí logró infiltrarse profundamente en la organización terrorista libanesa.
Pese a las advertencias de sus colaboradores, Nasrallah decidió permanecer en un búnker subterráneo donde encontró la muerte el 27 de septiembre. El líder confiaba en que Israel no buscaría un enfrentamiento a gran escala con Hezbolá, incluso tras la activación masiva de equipos electrónicos comprometidos por agentes israelíes semanas antes.
Investigaciones recientes expusieron cómo Israel logró instalar micrófonos ocultos en los refugios de Hezbolá, permitiendo escuchar reuniones estratégicas y rastrear a altos mandos. Agentes reclutados por la inteligencia israelí jugaron un papel clave, según informaron fuentes estadounidenses y europeas al Times.
La inteligencia israelí trabajó durante 20 años recopilando datos sobre Hezbolá, logrando finalmente capturar documentos cruciales que detallaban arsenales de cohetes y la ubicación de líderes. Este éxito permitió a Israel manipular dispositivos electrónicos, como bíperes y walkie-talkies, equipándolos con explosivos. En septiembre de 2024, ante el riesgo de ser descubiertos, los dispositivos fueron detonados.
El 17 de septiembre, las explosiones de los bíperes mataron a decenas de agentes de Hezbolá y dejaron miles de heridos. Al día siguiente, los walkie-talkies comprometidos causaron daños adicionales, desestabilizando las comunicaciones del grupo. La Operación Flechas del Norte siguió a estas detonaciones, aniquilando arsenal, infraestructura y gran parte del liderazgo de Hezbolá, incluido Nasrallah.
Los ataques de Hezbolá contra Israel, iniciados tras la masacre del 7 de octubre en apoyo a Hamás, incluyeron miles de cohetes y drones. Este conflicto dejó decenas de muertos en Israel, entre ellos 12 niños drusos en Majdal Shams en julio, además de provocar el desplazamiento masivo de comunidades en el norte del país durante más de un año.