El ex primer ministro Ehud Olmert presentó por primera vez el mapa de una solución de dos Estados que enseñó a Mahmoud Abbas en 2008. Relató cómo urgió al presidente de la Autoridad Palestina a firmar el documento en ese instante.
La historia cuenta que Abbas volvió a su base en Ramallah, Judea y Samaria, tras el encuentro con Olmert. Allí trazó rápidamente una versión del mapa en una servilleta para que los funcionarios palestinos lo analizaran. Ese esbozo, hecho en un papel, ya salió a la luz en 2013 junto con detalles de las grandes concesiones que Olmert ofreció.
Hasta este momento, el mapa original mostrado a Abbas permanecía inédito.
Olmert exhibió el mapa a la documentalista Norma Percy para una serie llamada “Israel y los palestinos: el camino hacia el 7 de octubre”. La producción estará disponible en iPlayer desde el lunes, según informó la BBC. “Nunca antes mostré este mapa a los medios”, declaró.
Abbas y Olmert se encontraron en Jerusalén el 16 de septiembre de 2008.
En la reunión, Olmert puso el mapa frente a Abbas y le suplicó: “¡Firmalo! ¡Firmalo y hagamos historia!”. Así lo expresó. “primer ministro, esto es grave. Muy, muy grave”, respondió Abbas, según recordó Olmert.
La oferta de Olmert contemplaba anexionar el 4,9 por ciento de Judea y Samaria a Israel. A cambio, Israel cedería un área equivalente cerca de Judea y Samaria y Gaza para el Estado palestino.
Ese intercambio mantendría grandes bloques de asentamientos en Israel, pero obligaría a evacuar decenas de asentamientos menores.
Olmert también planteó dividir Jerusalén. Israel y los palestinos tendrían partes separadas como capital. Una “cuenca sagrada”, con la Ciudad Vieja y el Monte del Templo, sería gestionada por un comité de Israel, Palestina, Estados Unidos, Arabia Saudita y Jordania.
Una vía, ya fuera túnel o carretera, conectaría Judea y Samaria con Gaza, entonces bajo dominio del grupo terrorista Hamás.
La reunión llegaba a su fin cuando Olmert rechazó darle el mapa a Abbas sin una firma. Abbas se negó y pidió revisarlo antes con sus expertos.
Ambos acordaron un encuentro al día siguiente.
“Nos despedimos como si estuviéramos al borde de un avance histórico”, expresó Olmert en el documental.
Abbas debió firmar, afirmó Olmert, porque eso habría permitido culpar a Israel si un futuro líder incumplía el pacto.
Ese segundo encuentro jamás ocurrió.
Abbas llegó a Ramallah para discutir con funcionarios palestinos. Rafiq Husseini, su jefe de gabinete en ese entonces, viajaba con él. En el documental, Husseini afirmó que nunca tomaron la oferta en serio.
“Nos reímos, claro”, dijo Husseini. “Olmert, aunque amable, era un pato cojo. Qué lástima”.
Un escándalo de corrupción ya envolvía al primer ministro, quien había anunciado su dimisión.
Aun así, Abbas recreó el mapa para los funcionarios en Ramallah.
La propuesta no avanzó más. En diciembre, tras meses de ataques con cohetes desde Gaza, comenzó la guerra entre Israel y Hamás, conocida en Israel como Operación Plomo Fundido.
Las elecciones en Israel dieron el poder a Benjamin Netanyahu, firme opositor a un Estado palestino.
Ciertos analistas creen que Abbas desistió porque dudaba del poder político de Olmert, quien planeaba renunciar por las acusaciones de corrupción. Otros ven en la negativa de Abbas a aceptar la oferta más significativa jamás hecha por un primer ministro israelí una señal de que ninguna propuesta razonable de Israel sería aceptada por los líderes palestinos.
Las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, retomadas en años posteriores, permanecen paralizadas desde 2014.