Durante una conferencia de prensa celebrada el domingo, el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, formuló acusaciones directas contra Hamás, la Yihad Islámica y sectores de la comunidad internacional.
Señaló que estas organizaciones utilizan la desnutrición y el maltrato de rehenes israelíes como parte de una “campaña de propaganda sádica deliberada y bien planificada”. El ministro se refirió específicamente a las condiciones de Evyatar David y Rom Braslavski, cuya apariencia física se difundió recientemente en imágenes.
Sa’ar se dirigió a medios internacionales para destacar el deterioro físico de los rehenes y citó la excavación forzada de una tumba como parte de la presión psicológica ejercida por los captores. “El mundo vio el grueso brazo del terrorista bien alimentado, junto al hambriento y torturado Evyatar”, afirmó.
El funcionario precisó que al menos 50 rehenes siguen en manos de Hamás en Gaza, incluidos 20 que aún se presume vivos. Denunció que no han recibido visitas de la Cruz Roja, pese a los compromisos asumidos anteriormente. Según Sa’ar, la toma de civiles como rehenes forma parte de la estrategia de las organizaciones terroristas para conservar el poder e influir en procesos de negociación internacional.
En una declaración adicional, afirmó: “Los estados y organizaciones terroristas secuestran a civiles para garantizar su propia supervivencia e intereses”. Advirtió que este tipo de prácticas podría reproducirse en otros contextos globales si no se aborda con firmeza. Aseguró que este fenómeno representa una amenaza extendida y no limitada a la situación en Gaza.
Sa’ar anunció que viajará a Nueva York para encabezar una sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación de los rehenes. Agradeció a Estados Unidos y Panamá por respaldar la convocatoria de Israel. Reafirmó que el objetivo es lograr la liberación total de los rehenes. “Esto no debe detenerse hasta que los rehenes estén en casa. Todos”, manifestó.
El ministro también criticó a medios internacionales por omitir la cobertura de los rehenes en sus portadas. Calificó como “vergonzosa” esa omisión y atribuyó tal enfoque a una “agenda antiisraelí desequilibrada y retorcida”. Expresó preocupación por el impacto que esta narrativa podría tener en la percepción internacional de la guerra.
Además, condenó las decisiones recientes de gobiernos como los de Francia, el Reino Unido y Canadá que reconocieron un Estado palestino. Sostuvo que estas medidas han afectado negativamente las gestiones para recuperar a los rehenes. “Estos son los frutos del 7 de octubre”, dijo, aludiendo a una declaración atribuida a un dirigente de Hamás. Alertó que estas posturas diplomáticas refuerzan a la organización terrorista y obstaculizan el fin de la guerra.
Concluyó con una apelación a la comunidad internacional para exigir la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y evitar equiparar a los captores con sus víctimas. Reiteró que tales comparaciones solo debilitan la respuesta ante los actos terroristas. “Si no puedes ayudar, por el amor de Dios, no sigas causando daño a todas las personas que viven en nuestra región”, declaró.