Durante la Segunda Guerra Mundial, un niño pequeño llamado Shalom Korai fue rescatado de un barrio en llamas en Varsovia, tras el asesinato de su familia por los nazis en Polonia.
Korai, sin conocer su verdadero nombre ni fecha de nacimiento, creció en Israel sin tener contacto con parientes de su misma sangre o ADN. Sin embargo, el miércoles pasado, experimentó un momento que cambió su vida: aterrizó en Carolina del Sur y fue recibido con un cálido abrazo por Ann Meddin Hellman.
El abuelo de Korai era hermano del abuelo de Hellman, lo que los convierte en primos segundos. Este emotivo encuentro fue posible gracias a los avances en la ciencia del ADN y una prueba genética proporcionada a Korai por un psicólogo especializado en niños huérfanos del Holocausto. Mientras la familia de Korai permaneció en Polonia administrando un negocio familiar y posteriormente fue aniquilada en el Holocausto, los antepasados de Hellman emigraron a Estados Unidos.
“Siento que le he dado una nueva vida a alguien. Se ha convertido en mi hijo. Tengo que protegerlo y cuidarlo”, expresó Hellman con una sonrisa, a pesar de ser unos años más joven que Korai, quien tiene aproximadamente 83 años. Mientras esperaban el equipaje en el aeropuerto, Hellman no dejó de abrazar a Korai, preparándose para varios días de celebraciones con docenas de familiares en su casa en Charleston.
Aunque Korai no entiende completamente el inglés y su idioma principal es el hebreo, no podía dejar de sonreír ante el bullicio de los equipos de filmación y la cálida hospitalidad sureña. Desde que descubrieron su vínculo genético, él y Hellman comenzaron a comunicarse regularmente, primero mediante cartas y luego a través de videollamadas varias veces a la semana. Mientras Hellman aguardaba ansiosamente al final de la pasarela, comentó a su hermano y su hermana: “No veo la hora de abrazarlo”.
La notable travesía de Korai: de ser rescatado en Varsovia a reencontrarse con su familia
En 1943, en las calles de un gueto judío en llamas en Varsovia, un policía rescató a Korai y lo llevó a un convento. Allí, las monjas lo bautizaron y lo criaron como a un gentil junto a otros huérfanos. Lena Küchler-Silberman, una judía activa en la resistencia contra los nazis, descubrió la existencia de estos niños. Logró salvar a cerca de 100 niños judíos, acogiendo a aquellos que encontraba solos o negociando su salida de orfanatos no judíos.
Desde Polonia, Korai fue trasladado a un internado judío, luego a Francia y finalmente a Israel en 1949. Trabajó durante 35 años como conductor de camiones semirremolque, tuvo tres hijos y ocho nietos, y nunca imaginó que conocería su verdadero cumpleaños, su nombre de nacimiento o detalles sobre su familia. “No puedes empezar a buscar algo de lo que no sabes nada”, explicó Korai en hebreo al sitio web de MyHeritage, la empresa que mediante pruebas de ADN ayudó a encontrar a sus parientes.
En el verano de 2023, MyHeritage ofreció pruebas de ADN a Korai y otros huérfanos del Holocausto. Meses después, Hellman recibió una notificación de una muestra de ADN que había proporcionado durante su investigación genealógica. El ADN coincidía con el de un primo segundo desconocido. Aunque el nombre y otros datos no le resultaban familiares, por intuición, pidió a otro primo que se sometiera a la prueba de ADN, la cual también coincidió. Hellman se puso en contacto con MyHeritage y solicitó una foto y otros datos. Al ver a Korai, quedó sin aliento; se parecía mucho a su hermano. “La imagen lo reveló todo”, comentó Hellman. La conexión fue inmediata. Hellman sabía que una rama de su familia, relacionada con su tío abuelo, había sido asesinada durante el Holocausto, y ahora descubría que había un sobreviviente.
Daniel Horowitz, experto genealogista de MyHeritage, explicó que Hellman no buscaba a nadie en particular cuando se hizo la prueba de ADN, pero a veces ocurren sorpresas maravillosas.
El regreso de Korai: un emotivo reencuentro familiar en Israel tras años de separación
“Se reencontró con la familia por la que siempre había rezado”, afirmó Horowitz. A pesar de la destrucción nazi que acabó con millones de vidas y borró muchos registros, algunos enigmas permanecen. Hellman ha descubierto el nombre de la tía de Korai, pero sigue sin encontrar los nombres de sus padres, lo que le preocupa enormemente.
Durante este proceso, Hellman ha llegado a conocer bien a su primo, quien es tímido y reservado. Al aterrizar el miércoles con su amigo y traductor Arie Bauer, Korai bromeó sobre esconderse detrás de Bauer, pero este le sugirió que abrazara a su familia. “Poco a poco está entendiendo lo que está sucediendo. Está adaptándose lentamente a una nueva familia de la que antes no sabía nada”, explicó Bauer.
Además de Hellman, más de una docena de familiares se dieron cita en el aeropuerto, incluyendo al hermano y la hermana de Hellman, su esposo, sus hijos, una sobrina, una cuñada y varios primos. En la casa de Hellman, docenas más se reunieron para celebrar el reencuentro con fiestas y reuniones.
Con cada abrazo de sus familiares, Korai mostraba una sonrisa. En momentos más tranquilos, los observaba detenidamente mientras conversaban. “Podrá verse reflejado en ellos de una manera en la que nunca antes se había visto”, comentó Hellman. “Y podremos darle una familia a alguien que nunca pensó que existiera una”.