WASHINGTON – La administración Trump instó el miércoles a Polonia a reconsiderar una polémica ley que prescribe una sentencia de prisión para cualquiera que se refiera a “campos de exterminio polacos” y prohíbe la mención de la complicidad polaca en crímenes nazis, advirtiendo que su aprobación perjudicaría los lazos de Polonia con los Estados Unidos Estados y el Estado de Israel.
“Animamos a Polonia a reevaluar la legislación a la luz de su impacto potencial en el principio de libertad de expresión y de nuestra capacidad para ser socios eficaces”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert en un comunicado.
Justo antes del Día Internacional de Recordación del Holocausto el 27 de enero, que marca el aniversario de la liberación de Auschwitz, el Parlamento polaco controlado por los nacionalistas presentó el proyecto de ley que criminaliza culpar a los polacos por las atrocidades cometidas en suelo polaco durante el Holocausto.
El Senado polaco debatió la medida el miércoles.
“La historia del Holocausto es dolorosa y compleja”, dijo Nauert. ”Entendemos que frases como ‘campos de exterminio polacos‘ son inexactas, engañosas e hirientes”.
Y, sin embargo; continuó, el proyecto de ley afectaría los derechos de expresión del pueblo polaco, al tiempo que perjudica las relaciones del gobierno con los EE.UU. y fortalecería a los enemigos comunes de las dos naciones.
“Si se promulga este proyecto de legislación podría socavar la libertad de expresión y el discurso académico”, dijo. ”Todos debemos tener cuidado de no inhibir la discusión y el comentario sobre el Holocausto. Creemos que el debate abierto, la erudición y la educación son los mejores medios para contrarrestar el discurso inexacto e hiriente”.
“También nos preocupa”, continuó, “sobre las repercusiones que este proyecto de ley, si se promulga, podría tener en los intereses y las relaciones estratégicas de Polonia, incluso con los Estados Unidos e Israel. Las divisiones resultantes que puedan surgir entre nuestros aliados benefician solo a nuestros rivales”.
Los polacos estaban entre los encarcelados, torturados y asesinados en los campos, y muchos hoy en día sienten que los polacos están siendo injustamente representados como perpetradores del Holocausto.
Alemania ocupó Polonia en 1939, anexando parte de ella a Alemania y gobernando directamente el resto. A diferencia de otros países ocupados por Alemania en ese momento, no había un gobierno colaboracionista en Polonia. El gobierno y los militares polacos de antes de la guerra huyeron al exilio, a excepción de un ejército de resistencia clandestino que combatió a los nazis dentro del país.
Hubo muchos casos de polacos asesinando a judíos o denunciándolos a los alemanes, además de pogromos antisemitas mortales que continuaron durante e incluso después de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno israelí ha apoyado en el pasado la campaña contra la frase “campos de exterminio polacos”, aunque ha criticado fuertemente la nueva legislación.
El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que era una “distorsión de la verdad, una reescritura de la historia y negación del Holocausto”.