El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, se reunió el miércoles con sobrevivientes del Holocausto en Jerusalén para hablar con ellos sus recuerdos del período y sus desafíos al discutir los horrores que soportaron.
Steinmeier, quien se encuentra en Israel para el Quinto Foro Mundial del Holocausto que se lleva a cabo en Yad Vashem el jueves, se reunió con los sobrevivientes en el centro Amcha, el cual provee a los sobrevivientes del Holocausto servicios de salud mental y apoyo social.
El presidente alemán dijo que había sido importante para él reunirse con los sobrevivientes durante su visita, y escucharlos.
“Siempre que hablamos con los sobrevivientes nos aseguramos de hablar de sus vidas y de las vidas de las víctimas, y no solo de las cifras de los que fueron asesinados”, dijo Steinmeier.
Agregó que durante sus discusiones sobre el Holocausto, siempre habló de la responsabilidad de Alemania en el genocidio de los judíos, y dijo que siempre estaba luchando contra cualquier inclinación a trazar una “línea de meta” bajo la historia del asesinato en masa de los judíos de Europa y a favor de perpetuar la memoria de estos eventos.
Myra Gol, de 81 años, fue una de las sobrevivientes presentes en el evento.
Myra era una joven que vivía en Amsterdam, Holanda, cuando los nazis invadieron y ocuparon su país.
Sus padres enviaron a Myra, que entonces tenía tres años, y a su hermana menor a vivir con dos familias separadas, no judías, a las que pagaron para mantener a sus hijas y esconderlas, mientras que los propios padres de Gol se escondieron también con otra familia.
Con el tiempo, la hermana de Myra tuvo que ser trasladada con la familia que la acogía, ya que lloraba con frecuencia y la familia que la había acogido estaba preocupada por ser descubierta.
Sin embargo, Myra, su hermana y sus padres lograron evitar ser descubiertos durante los cinco años que duró la ocupación nazi, y en 1965 Myra emigró a Israel sola.
“Cuando escuchamos la palabra Alemania siempre despierta sentimientos emocionales, pero también tenemos que progresar”, dijo Myra.
Dijo que al principio tuvo “pensamientos encontrados” acerca de asistir al evento con el presidente alemán, pero que después de leer sus antecedentes decidió que era una buena persona y que el evento sería un “evento honorable y digno”.
Otro de los que hablaron de sus experiencias fue Elias Feinsberg, de 102 años, quien durante el curso del Holocausto fue enviado a nueve campos de concentración y de muerte diferentes, incluyendo Auschwitz, Buchenwald y Dachau.
Después del final de la Segunda Guerra Mundial, Elias terminó en un campo de desplazados de los Estados Unidos, donde se casó con su esposa. Tenía un tío en Guatemala y eventualmente se abrió camino hasta allí donde vivió durante 22 años, antes de hacer aliyá a Israel en 1969.
“Tengo 21 bisnietos y esta es mi venganza. Vine a Israel porque no quería que mis hijos, nietos y bisnietos no tuvieran un Estado propio. Ahora, aquí en Israel, mis bisnietos tienen su propio Estado”, dijo.