Un importante monumento conmemorativo del Holocausto en Kiev fue golpeado durante el último bombardeo ruso de la ciudad, que tuvo como objetivo una torre de transmisión de televisión en la capital ucraniana, dice la junta directiva del lugar.
El monumento a Babi Yar descansa sobre una fosa común con 34.000 judíos que fueron masacrados allí en 1941, cuando la ciudad estaba bajo ocupación nazi. La masacre fue llevada a cabo por las tropas de las SS junto con colaboradores locales.
“[El presidente ruso Vladimir] Putin tratando de distorsionar y manipular el Holocausto para justificar una invasión ilegal de un país democrático soberano es totalmente aborrecible. Es simbólico que empiece a atacar Kiev bombardeando el lugar de Babi Yar, la mayor de las masacres nazis”, afirma en un comunicado Natan Sharansky, presidente del Centro Conmemorativo del Holocausto de Babi Yar y ex director de la Agencia Judía.
Sharansky se refiere a las declaraciones de Putin antes de la invasión rusa de Ucrania de que lo hacía, en parte, para “desnazificar” el país.
“Nosotros, en el Centro Conmemorativo del Holocausto de Babi Yar, construido sobre la mayor fosa común del Holocausto de Europa, trabajamos para preservar la memoria histórica tras décadas de supresión soviética de la verdad histórica, para que los males del pasado no puedan repetirse jamás. No debemos permitir que la verdad se convierta -una vez más- en víctima de la guerra”, afirma Sharansky, nacido en Ucrania.
A primera hora del día, el Centro Conmemorativo del Holocausto de Babi Yar emitió una declaración en la que criticaba duramente a Putin y su invasión y pedía que fuera investigado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra.
El lugar de Babi Yar resultó dañado cuando las fuerzas rusas bombardearon una torre de televisión cercana, dejando sin efecto las emisiones locales.