Un tribunal en Bulgaria ha autorizado la extradición a Francia de uno de los tres búlgaros implicados en actos de vandalismo en el principal monumento conmemorativo del Holocausto en París el pasado mayo.
Georgi Filipov, de 35 años, ha sido acusado de dejar marcas rojas con sus manos en el Muro de los Justos del monumento, un lugar que rinde homenaje a 3.900 personas que protegieron a judíos durante la ocupación nazi en Francia durante la Segunda Guerra Mundial.
Este incidente ocurrió en un contexto de creciente tensión en Francia debido a la guerra en Gaza.
El tribunal ha dictaminado que Filipov permanecerá bajo custodia hasta que se efectúe su traslado a Francia. Ambas decisiones pueden ser apeladas en un plazo de cinco días, según indicó el juez.
La Fiscalía francesa ha iniciado una investigación penal por los daños causados a un edificio histórico protegido, con agravantes por motivaciones nacionales, étnicas, raciales o religiosas, tras la profanación del monumento. Otros edificios en el centro de París también fueron objeto de actos vandálicos similares.
En una entrevista concedida a la AFP en agosto, Filipov negó haber actuado por razones raciales o religiosas, afirmando que su acción fue simplemente un acto de “vandalismo” después de haber consumido demasiado alcohol.
Por otro lado, el Tribunal de Apelaciones de Sofía decidió ayer aplazar hasta el 2 de octubre la audiencia sobre la extradición de otro sospechoso en el caso, Kiril Milushev, de 27 años.
Un tercer búlgaro implicado, Nikolay Ivanov, que fue detenido en Croacia, aceptó en agosto ser trasladado a Francia para enfrentar los cargos.