Una carta recientemente descubierta proporciona la prueba más contundente hasta la fecha de que el Papa Pío XII estaba al corriente del exterminio nazi de los judíos mientras se producía, el último de una serie de descubrimientos recientes que han transformado el debate sobre la conducta de la Iglesia católica durante el Holocausto.
La carta fue enviada por el reverendo Lothar Koenig, sacerdote jesuita alemán, en diciembre de 1942, e informaba a Pío del asesinato en masa de miles de “polacos y judíos” en Belzec, un campo de exterminio nazi. Lo descubrió el archivero vaticano Giovanni Coco y se informó de ello por primera vez este fin de semana.
La actuación de Pío durante el Holocausto ha sido objeto de debate durante décadas. Mientras ejercía como alto funcionario del Vaticano antes de ascender al papado, Pío había firmado un tratado con la Alemania nazi. Más tarde, como Papa, mantuvo un silencio público mientras los judíos italianos eran detenidos y deportados a campos de exterminio.
Durante años, algunos destacados historiadores vaticanos han sostenido que el Papa era indiferente al destino de los judíos europeos. Otros, en cambio, han sostenido que Pío ignoraba el alcance de los crímenes de guerra nazis y que utilizó canales secretos para poner a salvo al mayor número posible de judíos.
El escrutinio de Pío se ha intensificado después de que el Papa Francisco desclasificó los archivos del Vaticano sobre Pío en 2019, una acción que explicó diciendo que “la iglesia no tiene miedo de la historia”. A principios de este mes, los investigadores descubrieron documentación que enumeraba a miles de judíos que habían sido protegidos de los nazis en conventos y monasterios católicos.
La carta de Koenig deja poco lugar a dudas sobre si Pío conocía el Holocausto.
“Ya estaba bien establecido que Pío XII tenía informes tempranos de los esfuerzos sistemáticos de los nazis por exterminar a los judíos de Europa”, dijo a la Agencia Telegráfica Judía David Kertzer, un historiador judío del Vaticano durante la Segunda Guerra Mundial galardonado con el premio Pulitzer.
Pero Kertzer dijo que la carta recientemente descubierta era importante porque añade detalles al registro histórico sobre lo que sabía Pío. El hecho de que su existencia fuera hecha pública por un archivero oficial del Vaticano, añadió Kertzer, “es una señal de que hay quienes en el Vaticano están deseosos de que el Vaticano afronte esta historia con franqueza”.
La carta fue enviada al secretario del Papa, su asesor más cercano – lo que significa que Pío casi con toda seguridad la vio, dijo Coco. Coco dijo que estaba “99% seguro” de que Pío vio la carta, una conclusión reforzada por el hecho de que la carta se encontró en los papeles personales del Papa, según The New York Times.
La carta, que describe la persecución de los católicos en Alemania, incluye la información sobre Belzec en un apéndice. También apunta a un rastro más largo de comunicación papal sobre los asesinatos en masa. Hay referencias a informes sobre el campo de exterminio de Auschwitz y el campo de concentración de Dachau, lo que insinúa la existencia de otros documentos enviados al Papa que aún no han sido descubiertos.
“Mucha gente escribía a la Santa Sede describiendo lo que estaba ocurriendo”, declaró al Times Michele Sarfatti, investigador del Centro de Documentación Judía Contemporánea de Milán.