En Berlín, un emotivo evento tuvo lugar este jueves. Se enterraron miles de fragmentos óseos hallados en el campus de la Universidad Libre, donde se ubicó el Instituto Kaiser Wilhelm de Antropología, Herencia Humana y Eugenesia, desde 1927 hasta 1945.
El hallazgo tuvo lugar durante las excavaciones de restauración que comenzaron en 2015. Los investigadores determinaron que los huesos pertenecían a personas de todos los grupos de edad, hombres y mujeres.
Restos de víctimas de crímenes nazis enterrados en Berlín
La universidad afirmó que los fragmentos recuperados pertenecían a “contextos de víctimas de crímenes”, los cuales podrían incluir sucesos de la época colonial y crímenes nazis. Sin embargo, tras los exámenes no invasivos de los fragmentos y la investigación histórica, no se pudo identificar víctimas individuales o vincular los hallazgos a regiones colonizadas específicas o a “contextos nazis claros”.
El entierro público de los restos, que podrían incluir a víctimas de crímenes nazis, fue una ocasión emotiva. Unos 230 invitados asistieron al cementerio de Waldfriedhof, en el barrio berlinés de Dahlem, cerca del lugar donde se encontraron los restos. Cinco sencillos ataúdes fueron depositados en el suelo por portadores de féretros.
Entierro sin apropiación religiosa ni simbolismo eurocéntrico
La universidad afirmó que los huesos debían enterrarse “sin apropiación religiosa ni simbolismo eurocéntrico”, según las organizaciones que representan a los grupos a los que podrían haber pertenecido los huesos, como judíos, sinti, romaníes y personas con discapacidades físicas y mentales asesinadas por los nazis, así como el pueblo herero de Namibia.
El director de la Universidad Libre, Günter Ziegler, afirmó que “una especificación de las víctimas por grupos en última instancia solo reproduciría los métodos e ideologías racistas del pasado”. “Eso también significa que ya no podemos asignar ningún nombre o rostro a las víctimas”, añadió. “Pero podemos recordarlas”.