La fiscalía alemana abrió una investigación contra un hombre de 100 años acusado de haber trabajado como guardia en un campo nazi y de haber participado en ejecuciones durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, según informó el fiscal Andreas Brendel a la agencia AFP.
Las autoridades de Dortmund señalaron que los hechos investigados se produjeron entre diciembre de 1943 y septiembre de 1944, confirmando así un reporte publicado por el diario Bild. Brendel precisó que las indagaciones se centran en determinar la responsabilidad del sospechoso en los asesinatos cometidos en ese período.
El hombre habría estado destinado en un campo de prisioneros de guerra situado en Hemer, en la Alemania occidental, donde fueron confinados más de 100.000 cautivos, principalmente de la Unión Soviética. En ese recinto perecieron miles de prisioneros a causa de las condiciones extremas y los abusos sufridos.
Durante los últimos años se han llevado a cabo diversos procesos judiciales contra antiguos empleados de campos nazis, impulsados por la sentencia de 2011 contra John Demjanjuk, exguardia del campo de exterminio de Sobibor, quien fue hallado culpable sin que existieran pruebas directas de homicidio personal.
Ocho décadas después del fin de la guerra, los fiscales enfrentan la dificultad del paso del tiempo para llevar a los sobrevivientes y a los acusados ante la justicia. Muchos de los implicados superan el siglo de vida o presentan un estado de salud frágil.
Uno de los casos más recientes fue el de Josef Schuetz, exguardia condenado en junio de 2022 a cinco años de prisión, quien murió menos de un año después, a los 102 años de edad, sin haber cumplido la totalidad de su pena.
Otro acusado, presunto exguardia del campo de Sachsenhausen, cerca de Berlín, murió en abril antes de presentarse ante el tribunal, donde debía enfrentar cargos por complicidad en el asesinato de más de 3.300 prisioneros.
