Después de 77 años, el descubrimiento de una pequeña nota adjunta a una canasta de Purim del gheto de Varsovia en 1942, ilustra el sacrificio hecho por los judíos que decidieron observar las festividades, incluso cuando sus seres queridos morían de hambre delante de sus ojos.
Un polaco tropezó con la nota por error, pero no entendió completamente su significado. Casi 80 años después, su hijo se contactó con Shem Olam Faith y el Instituto del Holocausto, donde fue reconocido por su importancia como una visión de la vida judía bajo los nazis.
La nota adjunta a la cesta de Purim, un día festivo en el que la entrega de regalos es tradicional, también es evidencia de la realidad inimaginable de la vida en el gueto. El sobre lleva el sello de “la compañía que abastece el barrio judío en Varsovia” y una Estrella de David, y debajo en hebreo está impreso “Purim 1942”.
El sobre también incluye una instrucción para “verificar el peso” de la pequeña parcela de 100 g de galletas de jengibre dentro, lo que implica que no debía exceder el límite diario de calorías que los nazis permitían a cada judío en el gueto.

Los judíos en los guetos realizaron trabajos físicos duros en condiciones extremas con 500 calorías por día; Cada barra de pan o tazón de sopa era esencial para su supervivencia física. (De acuerdo con las pautas del gobierno británico, los hombres deben ingerir alrededor de 2,500 calorías por día, mientras que las mujeres deben consumir alrededor de 2,000 calorías por día).
El jefe de Shem Olam, el rabino Avraham Krieger, considera que el descubrimiento es único, ya que refleja la voluntad de los judíos en el gueto de observar sus tradiciones a pesar del caos y el hambre que formaban parte de su vida cotidiana y del riesgo de morir por observar un día festivo”.
Krieger agregó: “La fiesta de Purim tuvo un fuerte significado para los judíos en el ghetto porque vieron a Hitler como el Haman de su tiempo, y oraron por su derrota”.
“La cantidad de galletas era pequeña pero mucho más. Tenía un significado espiritual mucho más grande. Era un símbolo de la batalla de los judíos para preservar su espiritualidad y su fe, así como un marco social y humano para mantener sus vidas”.