FRÁNCFORT, Alemania — El canciller Olaf Scholz destacó este domingo el deber de Alemania de preservar la memoria del Holocausto perpetrado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
“Rechazo la idea de dejar este tema atrás y decir ‘eso ocurrió hace mucho tiempo’”, expresó Scholz durante un acto de la comunidad judía en Fráncfort, con motivo del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, el mayor campo de concentración nazi.
Scholz destacó la necesidad de mantener vivo el recuerdo de la tragedia civilizacional de la Shoah y de transmitir esta responsabilidad a las generaciones futuras. “Nuestra obligación no tiene fin”, afirmó, subrayando que el Holocausto abarca millones de historias personales de personas comunes cuya memoria debe ser preservada.
El canciller también destacó que esta memoria colectiva está cimentada en hechos innegables que todos en Alemania deben afrontar, sin importar su origen, religión o historia familiar.
Advirtió además sobre la creciente normalización del antisemitismo, el odio y la extrema derecha, fenómenos que se han intensificado en las redes sociales y a menudo van acompañados de incitaciones a la violencia. Según Scholz, este odio pone en riesgo la vida de ciudadanos judíos, quienes deben ser protegidos por las autoridades.
Auschwitz-Birkenau, construido por la Alemania nazi durante la ocupación de Polonia, fue testigo de la muerte de más de un millón de personas, principalmente judíos, pero también polacos no judíos, romaníes y soldados soviéticos. De los 1,3 millones de prisioneros que pasaron por el campo, 1,1 millones murieron, víctimas de las cámaras de gas, el hambre, el agotamiento o las enfermedades.
A finales de este mes, se llevará a cabo una ceremonia oficial en el lugar, ahora convertido en museo, para conmemorar el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz.
El gobierno polaco garantizó recientemente la seguridad y libertad de los representantes de Israel que asistan al evento el 27 de enero, tras la solicitud del presidente polaco de evitar cualquier posible detención del primer ministro Benjamin Netanyahu por una orden de la Corte Penal Internacional relacionada con presuntos crímenes de guerra en Gaza.
Un asistente del primer ministro confirmó la semana pasada que Netanyahu no tiene previsto asistir a la conmemoración, según informó The Times of Israel.