Zvi Krell, antes de morir en el gueto de Lodz en 1944, pidió a su familia que nunca lo olvidaran. Aron Krell, su hermano, ha mantenido viva esa promesa desde entonces.
Previo al Holocausto, Zvi era un destacado futbolista. Tras ser obligado a vivir en el gueto junto con otros judíos de Lodz, murió por inanición. Posteriormente, su familia fue deportada a Auschwitz, donde Aron Krell sufrió en varios campos de concentración.
Aron sobrevivió a cinco campos, incluido Auschwitz, pero perdió a su madre, Esther, y a su hermano Moshe. “No solo perdí a Zvi, sino también a otros miembros de mi familia durante el Holocausto”, relató Krell, recordando los horrores vividos.
La Claims Conference ha lanzado una campaña en redes sociales que incluye los testimonios de 80 sobrevivientes, como Krell, quienes comparten sus experiencias antes del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, el 27 de enero. La iniciativa busca preservar la memoria de los hechos ocurridos hace ochenta años.
“Sobreviví a Auschwitz: recuerda esto” es el nombre de la campaña que resalta el compromiso de Krell de cumplir con el deseo de su hermano Zvi. Esta iniciativa busca llegar a las nuevas generaciones mediante plataformas como TikTok e Instagram.
“Muchos no comprenden lo que viví, pero sí pueden entender el amor hacia un hermano y el dolor de perderlo”, expresó Krell, resaltando la importancia de mantener viva la memoria del Holocausto para que estas lecciones no se olviden.
Este proyecto podría ser el último con participación de sobrevivientes, advierte la Claims Conference. Las personas que vivieron esos horrores están envejeciendo y sus testimonios son fundamentales para mantener viva la historia.
Auschwitz, uno de los símbolos más reconocibles del Holocausto, fue el mayor campo de exterminio nazi. En sus instalaciones, miles de personas fueron asesinadas y sometidas a experimentos médicos inhumanos por parte de doctores nazis.
El Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau informó a través de Facebook que se espera la asistencia de unos 50 sobrevivientes a la ceremonia conmemorativa que tendrá lugar este mes en Polonia. En 2023, el museo fue visitado por 1.670.000 personas, destacándose como un sitio importante de memoria y peregrinación.
Birkenau, conocido como Auschwitz II, se construyó junto a cuarteles militares polacos y contaba con seis cámaras de gas, cuatro de ellas equipadas con crematorios que permitían eliminar miles de cuerpos diariamente.
Más de un millón de judíos europeos fueron enviados a Birkenau y ejecutados en las cámaras de gas. Además, otras 100.000 personas pertenecientes a distintos grupos perseguidos, como clérigos, intelectuales polacos, romaníes y prisioneros de guerra soviéticos, también fueron asesinadas allí.
La campaña también incluye referencias a figuras como Elie Wiesel y Ana Frank, víctimas del Holocausto, con el fin de reforzar el mensaje a las nuevas generaciones. Los testimonios recopilados buscan destacar los momentos más importantes de los sobrevivientes.
La pregunta central de la campaña es: “¿Qué deberían recordar las futuras generaciones sobre su experiencia en Auschwitz?”. La respuesta unánime es que los horrores de esos tiempos no deben olvidarse.
Gideon Taylor, presidente de la Claims Conference, afirmó que es crucial educar a las nuevas generaciones sobre los hechos ocurridos en Auschwitz. “Aunque no todos pueden imaginarse en un campo de concentración, todos podemos entender el dolor de perder seres queridos”, aseguró.
Birkenau, cuyo nombre significa “bosque de abedules” en alemán, fue un campo de exterminio donde los nazis seleccionaban a los prisioneros aptos para trabajos forzados. Quienes no eran considerados útiles eran enviados directamente a las cámaras de gas tras un proceso de selección.
El campo de Auschwitz-Birkenau también funcionó como centro de trabajo forzado, donde los prisioneros intentaban resistir y comunicarse clandestinamente. Algunas fábricas vinculadas al esfuerzo bélico alemán se encontraban dentro de la “zona de interés” del campo.
Judith Hervé-Elkán, de 98 años, sobreviviente de Auschwitz, recordó el doloroso destino de los niños enviados al campo. “La imagen de madres conduciendo a sus hijos hacia la muerte es la más desgarradora que tengo”, expresó.
El compromiso de recordar lo ocurrido es un sentimiento compartido por los sobrevivientes. Jona Laks, una gemela que sobrevivió a los experimentos del doctor Josef Mengele, prometió dedicar su vida a contar su historia.
“Desde el momento en que quedé sola durante la marcha de la muerte, me comprometí a documentar y compartir lo ocurrido. Es imposible permitir que un período tan oscuro desaparezca de la memoria colectiva”, afirmó Laks.