Suecia celebrará una conferencia internacional contra el antisemitismo en memoria del Holocausto en octubre de 2020, anunció el viernes el primer ministro sueco, Stefan Lofven. La reunión de los jefes de Estado y de gobierno se llevará a cabo en Malmo, en el sur de Suecia, los días 27 y 28 de octubre después de la Declaración del Foro Internacional de Estocolmo sobre el Holocausto y 75 años después de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
“Encuentras el antisemitismo en Suecia, en Europa y en todo el mundo. El antisemitismo no es solo un problema judío, es un veneno para toda la sociedad”, dijo Stefan Lofven a AFP en una entrevista.
Anteriormente había expresado su disposición a organizar una importante conferencia sobre el antisemitismo.
Pero el anuncio oficial, al final de la campaña por las elecciones europeas, también sirvió como un recordatorio de que es “tanto o más importante como la elección es un referéndum sobre las fuerzas populistas”.
“Es una elección de valores, para la igualdad de derechos, se trata de defender sus creencias”, agregó.
Si bien las relaciones con Israel se han tensado desde el reconocimiento del Estado nórdico de un Estado palestino por parte del primer gobierno de Lofven en 2014, el líder socialdemócrata ha tomado una postura contra el antisemitismo.
Después de los ataques terroristas de 2015 en París y Copenhague, el Centro Simon Wiesenthal convocó a una conferencia europea contra el antisemitismo.
Malmo se había ofrecido para organizar la conferencia, recordando que la ciudad había dado la bienvenida a los judíos daneses que huían de la Dinamarca ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, así como a cientos de sobrevivientes de campos de concentración.
Entre 15.000 y 20.000 judíos viven en Suecia, un país de aproximadamente 10 millones de habitantes.
También es el hogar de varios cientos de miles de musulmanes, incluida una gran comunidad en Malmo.
Suecia ha acogido a 400.000 migrantes desde 2014, más que cualquier otro país europeo per cápita, principalmente de Siria, Irak, Afganistán y Eritrea.
Según las últimas cifras del Consejo Nacional de Prevención del Delito de Suecia en 2016, solo el tres por ciento de los delitos denunciados como de naturaleza religiosa, étnica, política o sexual eran antisemitas.