Las autoridades alemanas están presionando para que un ex guardia de un campo de concentración nazi de 100 años sea juzgado, casi 80 años después del final de la Segunda Guerra Mundial. El Tribunal Superior Regional de Frankfurt anuló hoy la decisión de un tribunal inferior que había declarado al sospechoso no apto para ser juzgado.
El acusado, identificado como Gregor Formanek, está acusado de complicidad en 3.322 asesinatos mientras trabajaba en el campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín, entre julio de 1943 y febrero de 1945.
En febrero, un perito dictaminó que Formanek no estaba en condiciones de ser juzgado debido a su estado mental y físico. El tribunal de Hanau, en Hesse, decidió no abrir el proceso en su contra. Sin embargo, el tribunal de Frankfurt consideró que la decisión del perito no estaba basada en “hechos suficientes”, ya que el experto no había podido entrevistar al acusado ni realizar pruebas psiquiátricas exhaustivas.
Desde 2011, Alemania ha intensificado los esfuerzos para llevar ante la justicia a los últimos ex criminales de guerra nazis sobrevivientes, tras un fallo histórico que permitió varios juicios.