El Museo Conmemorativo del Holocausto Yad Vashem anunció el jueves que suspenderá los vínculos con el multimillonario ruso-israelí Roman Abramovich a raíz de las nuevas sanciones que se le impusieron por sus conexiones pasadas con el presidente ruso Vladimir Putin.
“A la luz de los recientes acontecimientos, Yad Vashem ha decidido suspender la asociación estratégica con el señor Roman Abramovich”, dijo el museo en un comunicado.
Abramovich, que es judío y tiene la ciudadanía israelí, es un importante donante de causas en Israel.
El museo Yad Vashem anunció el mes pasado que Abramovich se comprometió a realizar una “donación de ocho dígitos” para reforzar sus esfuerzos en las áreas de investigación y recuerdo del Holocausto, estimada en al menos 10 millones de NIS (3 millones de dólares). Su anuncio del jueves no especificó el destino de este dinero.
Anteriormente, el jueves, el Reino Unido sancionó oficialmente a Abramovich junto con otros seis oligarcas rusos por sus vínculos con el Kremlin.
Abramovich anunció la semana pasada que vendía su Chelsea Football Club. Compró el equipo de fútbol de la Premier League inglesa en 2003 y financió sus éxitos a nivel nacional y europeo.
Las últimas sanciones impuestas por el gobierno británico congelan su capacidad de vender el club.
El gobierno británico ha calculado el patrimonio neto de Abramovich en 9.400 millones de libras (11.100 millones de euros, 12.200 millones de dólares), pero dijo que estaba mitigando el efecto de las sanciones sobre el Chelsea al permitir que el club siguiera funcionando.
El multimillonario es uno de los oligarcas de más alto perfil de Rusia y ha sido destacado en el pasado por sus vínculos con Putin, quien está siendo condenado al ostracismo mundial por lanzar la invasión no provocada de Ucrania.
El anuncio de Yad Vashem se produjo poco más de dos semanas después de una carta supuestamente enviada al embajador de Estados Unidos en Israel, Tom Nides, en la que se instaba a Washington a no imponer sanciones al multimillonario ruso-israelí.
Entre los firmantes de la carta, fechada el 6 de febrero, se encontraban el presidente de Yad Vashem, Dani Dayan, el rabino jefe asquenazí David Lau, el director general del Centro Médico Sheba, el profesor Yitshak Kreiss, y representantes de otras importantes organizaciones israelíes y benéficas.