El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, visitó el jueves el monumento al Holocausto de Babyn Yar para conmemorar el 81.º aniversario de la masacre de Babyn Yar, donde los nazis mataron a más de 30.000 judíos y sus colaboradores en un lapso de dos días en 1941.
Zelensky, que es judío, depositó flores en el monumento a las víctimas de la tragedia y colocó una lámpara conmemorativa junto a la Menorah en honor a los judíos, gitanos y ucranianos muertos en la atrocidad.
Zelensky también vio una instalación sobre la masacre y escuchó a los responsables de la Reserva Histórica y Conmemorativa Nacional de Babyn Yar. Subrayaron la importancia de preservar la memoria de la tragedia de Babyn Yar.
“Cualquier régimen inhumano supone una amenaza para toda la humanidad. Los criminales que causan tales tragedias deben ser castigados para que los dictadores y tiranos sean reacios a repetir algo similar en el futuro”, declaró Zelensky.
Los enviados para asuntos relacionados con el Holocausto de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania y otros cinco países europeos aprovecharon el aniversario de la masacre de Babyn Yar para emitir una declaración conjunta de condena de las acciones militares rusas en Ucrania.
“Nunca debemos olvidar el atroz crimen contra la humanidad que tuvo lugar hace 81 años, cuando casi 34.000 judíos fueron asesinados por los nazis y sus cómplices en Babyn Yar. No podemos permitir que la memoria de esas víctimas y de todos los que fueron asesinados en el Holocausto sea deshonrada, borrada o utilizada cínicamente con fines políticos”, decía la declaración.
“Por eso es especialmente horrible que Vladimir Putin intente justificar su guerra no provocada contra Ucrania distorsionando y malversando la historia del Holocausto. Decir que la Ucrania democrática de hoy necesita ser “desnazificada” es un insulto a todos los que sufrieron bajo el régimen nazi en Ucrania y en otros lugares… Pedimos a Rusia que ponga fin inmediatamente a su guerra de agresión contra Ucrania”.
Misiles y proyectiles, aparentemente disparados por tropas rusas, impactaron en el lugar de Babyn Yar durante el asalto de Moscú a Kiev a principios de marzo.
“Nuestros países se han comprometido a hacer que los autores de crímenes de guerra y otras atrocidades rindan cuentas por sus acciones desmedidas”, concluye la declaración.