El coordinador del proyecto de coronavirus de Israel, Ronni Gamzu, calificó el martes el reciente aumento dramático del número de casos de coronavirus en Israel como un “desastre”. Gamzu advirtió que renunciaría si no le daban las “herramientas” con las que hacer su trabajo, mencionando: “Nadie puede trabajar así”.
“Estamos viendo algo muy claro y preocupante en el sector árabe, y es omnipresente, Tira, Umm al-Fahm, Kafr Qasim, Sakhnin y Nazaret”, señaló Gamzu en una reunión informativa para la prensa. Todas estas comunidades árabes se añadieron recientemente a la lista de ciudades “rojas” en el marco del nuevo sistema de “semáforos” del gobierno para gestionar la pandemia.
“Estas comunidades están viendo un número significativo de nuevos casos semanales. En el sector árabe se siguen celebrando bodas y fiestas. Los jefes de las autoridades locales lo ven y se sienten incómodos. Esto crea la infección”, afirmó Gamzu.
La respuesta de los dirigentes árabes fue variada. El miembro de la Lista Conjunta de la Knesset Ahmad Tibi reconoció que “efectivamente ha habido un brote en las últimas semanas debido a las bodas, y una negativa a seguir las instrucciones” en el sector árabe.