Israel informó a los mediadores que Hamás y la Yihad Islámica Palestina conocen la ubicación de los restos del sargento mayor Ran Gvili, de 24 años, considerado el último rehén en Gaza, según reportó la televisión israelí el viernes.
El Canal 12 indicó que una delegación encabezada por Gal Hirsch, responsable gubernamental de los rehenes, viajó el jueves a El Cairo y reclamó a los mediadores que gestionaran la recuperación del cuerpo de Gvili por parte de los grupos terroristas y su posterior devolución a Israel.
Una fuente israelí citada por el medio señaló que en las conversaciones mantenidas en la capital egipcia también se trató la segunda fase del plan de paz para Gaza impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, con el cual su administración pretende iniciar una transición en las próximas semanas.
De acuerdo con el informe, los mediadores comunicaron a la delegación israelí que Hamás “está mostrando interés” en apoyar el alto el fuego y desea avanzar hacia la siguiente etapa del proceso, que incluye el desarme y la desmilitarización total del enclave.
No obstante, Hamás ha reiterado en comunicados públicos su intención de conservar sus armas. “O aceptan o los separamos de sus armas. No permitiremos que una amenaza al Estado de Israel permanezca en Gaza”, afirmó la fuente israelí.
Ese mismo viernes, Egipto y Qatar, junto a otros seis países de mayoría musulmana, manifestaron preocupación por los planes israelíes de abrir un paso de sentido único que permita a palestinos salir de Gaza.
Los ministros de Exteriores de Egipto, Indonesia, Jordania, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos “expresaron su profunda preocupación por las declaraciones emitidas por la parte israelí respecto a la apertura del paso fronterizo de Rafah en una dirección con el objetivo de trasladar a los residentes de la Franja de Gaza a” Egipto, según un comunicado conjunto.
Los ministros expresaron “su rechazo absoluto a cualquier intento de expulsar al pueblo palestino de su tierra” y declararon su oposición a “obligar a cualquier residente de la Franja de Gaza a abandonar”. Además, exigieron que el cruce funcione en ambas direcciones.
La primera etapa del acuerdo de liberación de rehenes mediado por Estados Unidos, activo desde octubre, contemplaba la reapertura del paso para evacuaciones médicas y desplazamientos tanto hacia como desde Gaza.
Israel comunicó el miércoles que reabrirá el paso de Rafah en los próximos días para permitir la salida de palestinos hacia Egipto. Sin embargo, El Cairo negó estar coordinando con Jerusalén la reanudación de las operaciones fronterizas.
El gobierno israelí había asegurado anteriormente que el paso permanecería cerrado hasta que Hamás cumpliera su parte del acuerdo, lo que incluye la devolución de todos los rehenes en Gaza. Ese viernes, el ejército reportó la muerte de un operativo terrorista que se aproximó a tropas israelíes en el norte de la Franja.
Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que dos operativos terroristas “portando objetos sospechosos” fueron detectados por la Brigada Norte de la División de Gaza.
Los sospechosos avanzaron hacia las posiciones israelíes en el norte de Gaza “de una manera que suponía una amenaza inmediata”, indicó el ejército.
La Fuerza Aérea respondió con un ataque para neutralizar la amenaza y “uno de los terroristas fue eliminado”, según el comunicado militar.
En paralelo, las FDI atribuyeron las fuertes detonaciones escuchadas el viernes en el centro de Israel a operaciones militares en Gaza.
Las explosiones se sintieron incluso en Tel Aviv, situada a unos 60 kilómetros de la Franja.
Durante el alto el fuego vigente, las FDI han continuado destruyendo túneles y posiciones de Hamás en las zonas bajo control del ejército israelí.
