La presidenta de la junta independiente de Ben & Jerry afirmó que no abandonará su cargo pese a las presiones de Unilever, presiones que surgieron antes de la salida a bolsa de la división de helados Magnum, la cual incluirá a la marca de Vermont en su cotización pública prevista para el lunes.
El mes pasado, Magnum, filial histórica del conglomerado de bienes de consumo, comunicó que Anuradha Mittal “ya no cumple los criterios” para continuar en su puesto. Esta afirmación se vinculó con una investigación interna sobre la que la compañía no ofreció detalles adicionales, lo que incrementó la percepción de opacidad en torno al proceso.
La división debutará el lunes en Euronext y heredará una disputa prolongada entre Unilever y Ben & Jerry’s. Esta disputa se originó por la postura política progresista de la marca en relación con Israel y los “territorios palestinos”, lo que generó tensiones internas en el grupo y creó un contexto en el que cualquier cuestionamiento a la dirección adquiere un carácter político además de corporativo.
En ese marco, una revisión de la Ben & Jerry’s Foundation, organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos donde Mittal figura como fideicomisaria, identificó fallos en los controles financieros y en la gestión. Mittal ocupa la presidencia del consejo independiente desde 2018 y participa en la fundación desde 2012, de modo que las conclusiones de la revisión se interpretaron como un ataque directo a su labor y a su legitimidad.
Mittal sostuvo esta interpretación al declarar: “La llamada auditoría de la fundación fue una investigación fabricada — diseñada para intentar desacreditarme”. Con esta afirmación reforzó su decisión de permanecer en el cargo y añadió que el ataque no se dirigía únicamente contra su figura, sino que, en su opinión, representaba un intento de Unilever de debilitar la autoridad de la propia junta.
Además, insistió en que desempeña sus funciones conforme a los principios sociales y a los estándares de calidad establecidos por el acuerdo de fusión de 2000 entre Ben & Jerry’s y Unilever, acuerdo que asignó al consejo directivo la responsabilidad de velar por la misión social de la marca.
Por su parte, Magnum afirmó en un comunicado emitido el lunes que “esto no va de individuos, sino de la aplicación coherente de los principios y prácticas de buena gobernanza en toda The Magnum Ice Cream Company”. Con esta aclaración la empresa intentó desvincular las críticas a Mittal de cualquier motivación personal y las situó dentro del proceso de fortalecimiento institucional previo a la separación.
La empresa añadió que la auditoría formó parte del proceso de preparación para la escisión de Unilever, medida que busca garantizar independencia operativa y transparencia corporativa. Unilever evitó pronunciarse ante las consultas de la prensa sobre las acusaciones y sobre la disputa interna con la presidenta de Ben & Jerry’s, lo que acentuó la percepción de conflicto entre las partes.
Una vez completada la escisión, Magnum controlará alrededor del 20 % del mercado mundial de helados. En sus informes a los inversores, la empresa advirtió que las posiciones públicas de Ben & Jerry’s podrían provocar boicots, daños reputacionales o litigios de accionistas.
El consejo independiente de Ben & Jerry’s busca proteger la misión social de la marca, mientras que la fundación estadounidense recibe fondos exclusivos de la empresa en función del volumen de ventas de su helado premium. Esta relación financiera explica por qué la gobernanza de la fundación se convirtió en un punto central de fricción.
La junta ha demandado en dos ocasiones a Unilever, la última por impedirle emitir declaraciones sobre Gaza. Unilever respondió que el consejo se orientó hacia causas políticas divisivas impulsadas por Mittal, quien lideró en 2021 la decisión de suspender ventas en Judea y Samaria. Además, fue señalada por financiar un think tank propio y un grupo pro derechos palestinos, lo que aumentó las acusaciones de sesgo político.
En una nota separada, la junta de la fundación afirmó que “el asunto central sin resolver de la auditoría es la exigencia de Unilever/Magnum de que Anuradha Mittal sea destituida como fideicomisario de la Fundación”. Según la junta, esta exigencia explica la presión ejercida y el uso de la auditoría como instrumento para justificarla.
El comunicado añadió que Magnum y Unilever mantienen bloqueada la financiación destinada a la fundación, a pesar de las obligaciones contractuales y de la colaboración plena de la organización durante la revisión. Magnum respondió que completó la financiación correspondiente a 2025 y que continuará su apoyo si los responsables de la fundación implementan las reformas de gobernanza exigidas.
Finalmente, el asesor legal del consejo independiente señaló que la estructura de gobierno de la Ben & Jerry’s Foundation se mantiene sin cambios desde hace más de dos décadas. Con este argumento cuestionó la legitimidad de las objeciones recientes y concluyó: “O bien Unilever ha estado dormida al volante durante más de 20 años mientras desembolsa millones, o hay un motivo oculto”.