Durante la ceremonia de juramento de 127 nuevos legisladores en Buenos Aires, varios diputados se apartaron del protocolo tradicional para expresar apoyo a una “Palestina libre”. Lo que debía ser un trámite formal derivó en una escena de tensión política con gritos, reproches y rechazo tanto de oficialistas como de opositores.
La DAIA, principal organización judía del país, presentó una denuncia oficial por el incidente ocurrido el miércoles. Según lo ocurrido en la sesión, al menos cuatro diputados protagonizaron manifestaciones. Nicolás del Caño aprovechó su turno y declaró su juramento en nombre de “los niños y chicas masacrados en Gaza”, con una fórmula alejada de la habitual.
Néstor Pitrola, también de izquierda, cubrió su cuello con un keffiyeh palestino y juró “por el fin del genocidio sionista y una Palestina libre”. A su vez, Romina Del Plá, con una camiseta con la imagen de una sandía —símbolo palestino—, afirmó jurar “por el derecho de Palestina a existir desde el río hasta el mar”.
Myriam Bregman, diputada socialista judía, pronunció su juramento “en contra del genocidio en Palestina” y, además, reclamó contra Estados Unidos con la frase: “Yanquis fuera de Venezuela”. Todos los legisladores mencionados reemplazaron el “Sí, juro” por mensajes políticos, lo que provocó interrupciones y gritos de protesta en la cámara.
Frente a ese cuadro, los representantes de la coalición libertaria y derechista de Javier Milei respondieron con abucheos y reproches, e insistieron en que el juramento no debía convertirse en una tribuna de política internacional. Lila Lemoine, integrante del partido de Milei, increpó a Bregman y le dijo: “Debes jurar por tu país”.
Aunque otros parlamentos ya exhibieron expresiones de solidaridad con Palestina, la escena de Buenos Aires marcó un nivel inédito de intervención política en un acto institucional. En consecuencia, analistas y medios criticaron la ruptura del protocolo y un legislador presentó un proyecto para impedir que quienes alteren el juramento puedan asumir sus cargos.
En esa línea, la diputada Sabrina Ajmechet, de origen judío, afirmó: “Pongamos fin a este circo”. Luego agregó: “Que haya miembros del parlamento que han asumido el cargo jurando lealtad a otro territorio .. es más que feo, es problemático”.
Por ahora no se determinó si los diputados implicados enfrentarán sanciones. El marco normativo vigente incluye la adopción, en 2020, de la definición de antisemitismo de la IHRA —que considera antisemitas algunas críticas a Israel— y una ley contra la discriminación vigente desde 1988. En paralelo, un legislador ya enfrenta procesos por expresiones antisemitas.
La DAIA calificó los juramentos como discriminatorios, en especial por el uso de la expresión “Del río al mar”, que muchos judíos interpretan como un llamado a destruir Israel. En un comunicado, la entidad sostuvo: “Esta expresión no es ni un lema neutral ni un simple cántico de protesta. Es una expresión de odio, usada para pedir la destrucción de un estado soberano y la eliminación de su población judía. Promueve la violencia, legitima el terrorismo y alimenta un ambiente de hostilidad hacia los judíos en todas partes”. Luego concluyó: “Al utilizarla, se hace una declaración abiertamente antijudía, incompatible con los valores democráticos y con el respeto a la convivencia pluralista”.
No todos los legisladores modificaron el juramento con fines políticos. Patricia Holzman, diputada judía y exdirectora de una organización comunitaria creada tras el atentado de la AMIA, dijo “Sí, prometo” y utilizó una Biblia judía para el acto.
La sesión también se alteró por un gesto de Juan Grabois, diputado de izquierda, que pareció un saludo nazi dirigido a Javier Milei. Sin embargo, allegados al legislador explicaron que el ademán imitaba el saludo de “Los juegos del hambre” como símbolo de rebelión frente a un poder opresivo.
