El dictador sirio Bashar Assad ha establecido una alianza militar y política con el mariscal de campo libio Haftar para oponerse conjuntamente a la intervención armada de Turquía, informa el periódico francés Le Monde.
Según el periódico, se está formando un nuevo eje militar y político de Damasco-Benghazi. Es “una señal de la creciente expansión de los escenarios de guerra sirio y libio con graves consecuencias para la geopolítica regional”.
El martes 3 de marzo, el no reconocido gobierno de Libia Oriental, que apoya al Mariscal Khalifa Haftar, reabrió la embajada libia en Damasco, que ha estado cerrada desde 2012. Los delegados de Libia Oriental y sus homólogos sirios se han comprometido formalmente a enfrentar conjuntamente “la agresión de Turquía contra los dos países”.
Además, el periódico escribe que un millar y medio de combatientes sirios se han unido al Ejército Nacional Libio (LNA) dirigido por Haftar.
Ayudarán a Haftar en la lucha contra el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) reconocido por las Naciones Unidas. Se trata de combatientes de las fuerzas especiales bien entrenados que han sido reclutados en Siria desde 2018. En general, el GNA cuenta con la ayuda de drusos, nativos de Ghouta (un suburbio de Damasco). Sus salarios oscilan entre los 800 y los 1.500 dólares.