Una base aérea en el centro de Siria fue alcanzada por misiles el lunes por la madrugada y causaron la muerte de 14 personas, incluidos iraníes, según el Observatorio Sirio de Vigilancia de los Derechos Humanos.
La agencia estatal de noticias de Siria confirmó el ataque, pero no hizo ningún comentario sobre el número de víctimas, y solo dijo: «Hay mártires y heridos».
Aunque inicialmente la agencia dijo que era probable «una agresión estadounidense», luego de una negación por parte de Estados Unidos, los medios cercanos al régimen del dictador Bashar Assad informaron que Israel estaba detrás del ataque.
Funcionarios estadounidenses dijeron que Estados Unidos no había lanzado ataques aéreos contra Siria. Israel dijo que no hace comentarios sobre noticias extranjeras.
El objetivo del ataque con misiles reportado fue la base aérea Tiyas, también conocida como la base aérea T-4, en las afueras de Palmyra, en el centro de Siria.
Los medios estatales sirios informaron que sus defensas antiaéreas interceptaron una cantidad de misiles entrantes, pero que otros atacaron la base.
«Según una fuente militar en Damasco, el sistema de Defensa Aérea de Siria fue desplegado desde la Base Aérea Mezzeh después de que los aviones entraron a Siria desde el Valle Beqa’a en el Líbano», informó el sitio libanés de noticias Al-Masdar News.
Esa es la ruta que los aviones israelíes generalmente toman antes de bombardear objetivos militares en Siria, según informes extranjeros.
Israel realizó un ataque aéreo contra la base de Tiyas el 10 de febrero, luego de que un operador iraní que operaba desde allí voló un avión teledirigido de fabricación iraní al territorio israelí.
«Irán y la unidad especial [Cuerpo Especial de la Guardia Revolucionaria Iraní] Fuerzas Quds llevan un tiempo operando la Base Aérea T-4 en Siria junto a Palmyra, con el apoyo del ejército sirio y con el permiso del régimen sirio», dijeron Las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado en ese momento.
El ministro de la construcción, Yoav Galant, ex general de las FDI y miembro del gabinete de seguridad de Israel, no hizo ningún comentario directo sobre el ataque, pero reiteró las «líneas rojas» que Jerusalén considera motivo para lanzar ataques.
«En Siria muchas fuerzas, de diversos organismos y coaliciones, están operando. Cada uno dice lo que dice y niega lo que niega», dijo a Radio Israel. «Tenemos claros intereses en Siria y establecemos líneas rojas. No permitiremos que las armas pasen de Siria al Líbano, y no permitiremos el establecimiento de una base iraní».
El ataque con misiles siguió a un ataque con gas venenoso el sábado en el último punto de apoyo restante de la oposición siria en los suburbios del este de Damasco. Al menos 40 personas murieron, incluidas familias encontradas en sus casas y refugios, dijeron activistas de la oposición y rescatistas locales.
El domingo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había prometido un «gran precio a pagar» por el ataque químico. Sin embargo, después de los ataques aéreos, el portavoz del Pentágono, Christopher Sherwood, dijo en un comunicado: «En este momento, el Departamento de Defensa no está realizando ataques aéreos en Siria».