El viernes, los ataques aéreos de aviones militares del régimen sirio y Rusia mataron al menos a 17 civiles, la mayoría de los cuales se encontraban en un campamento de desplazados en la provincia de Idlib, dijeron observadores y activistas.
Quince personas, entre ellas seis niños, murieron en un ataque aéreo ruso en un campamento de desplazados cerca de la ciudad de Hass, en el sur de Idlib, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos del Reino Unido.
Mohammed Katub, de la Sociedad Médica Siria-Americana (SAMS), que opera instalaciones médicas en todo Idlib, dijo que 30 personas, en su mayoría mujeres y niños, también resultaron heridas en Hassa.
Los activistas publicaron fotos de cuerpos de niños desfigurados en las redes sociales como resultado del ataque.
“Se trata de una masacre, y la comunidad internacional debe ver los videos que salen de un campamento cerca de Hassah”, dijo Wissam, un activista que pidió que se utilizara su nombre solo por razones de seguridad.
Un organismo observador dijo que otros dos niños murieron en ataques aéreos del gobierno sirio contra aldeas de las zonas rurales de Ma’aret al-Nu’man y Ariha, en la provincia de Idlib meridional.
Estos ataques coincidieron con la continuación de los intensos combates entre las fuerzas sirias y los rebeldes en las afueras de la principal ciudad rebelde de Khan Sheikhoun, en el sur de Idlib.
Khan Sheikhoun, la ciudad más grande del sur de Idlib, está situada en la carretera internacional M5 Alepo-Damasco, que también pasa por Homs.
El Consejo de Supervisión declaró que 13 soldados sirios y sus aliados, así como 18 militantes, habían muerto como resultado de los intensos combates del viernes.
Añadió que los aviones del gobierno sirio y sus aliados rusos llevaron a cabo unos 950 ataques aéreos el viernes en las zonas rurales de Idlib y el norte de Hama, así como en las montañas de Latakia.
Las fuerzas gubernamentales se han desplazado a las zonas ocupadas por los rebeldes desde que a finales de abril comenzó una ofensiva a gran escala apoyada por Rusia contra los rebeldes en el noroeste de Siria.
Las Naciones Unidas estiman que más de 400.000 personas han sido desplazadas como resultado del ataque.
La violencia rompió la tregua de septiembre entre Rusia y Turquía, partidaria de algunos grupos rebeldes, para establecer una zona de amortiguación desmilitarizada en el enclave de Idlib.
Según el Observatorio, 924 civiles, entre ellos 227 niños, han sido asesinados desde que comenzó la campaña.
Las fuerzas de Assad y sus aliados están a pocos kilómetros del bastión rebelde de Jan Shijún, blanco de un ataque con armas químicas en 2017 y de importancia estratégica por ser la puerta de entrada a la provincia de Idlib, el último reducto de los opositores en Siria.
Una fuente militar siria aseguró a EFE que las tropas se hicieron este jueves con el control de cuatro pueblos en su avance desde el oeste hacia la localidad de Jan Shijún, de la que se encuentran a tan solo 1.5 kilómetros.