El humo asciende de viviendas incendiadas en Sweida, al sur de Siria, mientras un combatiente tribal árabe amenaza con “masacrar” a los residentes. Los enfrentamientos continúan entre combatientes drusos, civiles y fuerzas tribales vinculadas al régimen, pese al anuncio de alto el fuego por parte del presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa.
Horas después del anuncio, combatientes beduinos y tribales reanudaron su avance por el sector occidental de la ciudad, de mayoría drusa. “¡Adelante, tribus!”, exclamó Abu Jassem, combatiente tribal, al dirigirse a sus compañeros en una zona donde las calles permanecen vacías. “Los masacraremos en sus casas”, declaró, en referencia a la población drusa.
Grupos tribales provenientes de otras regiones de Siria se han desplazado hacia Sweida para respaldar a los beduinos en los enfrentamientos iniciados el 13 de julio. La violencia ha causado al menos 940 muertes, según datos de un organismo de monitoreo independiente.
En los últimos días han circulado en redes sociales videos que muestran ejecuciones de civiles y agresiones contra clérigos drusos ancianos. Decenas de personas han difundido relatos sobre la muerte de familiares durante los enfrentamientos.