La capital de Arabia Saudita se convirtió el domingo en el escenario de una cumbre internacional que busca definir el rumbo de Siria tras la caída del régimen de Bashar al-Assad. Representantes de diversos países debaten el posible alivio de las sanciones impuestas al país y exploran vías para estabilizar la región.
El gobierno saudí, que lidera la mayor economía de Medio Oriente, está decidido a incrementar su presencia en Siria. Según expertos, Riad busca aprovechar la oportunidad tras la reciente victoria de los rebeldes islamistas que derrocaron al antiguo mandatario.
El encuentro diplomático incluye reuniones con representantes de naciones árabes, así como una cumbre más amplia que incorpora a Turquía, Francia, la Unión Europea y organismos como las Naciones Unidas. Un funcionario saudí confirmó a la agencia AFP la asistencia de varias delegaciones.
Ahmed al-Sharaa, líder del nuevo gobierno sirio y exjefe de la alianza rebelde que destituyó a Assad, participa en las conversaciones. La delegación siria está encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Asaad al-Shaibani, quien busca apoyo internacional para reducir las sanciones económicas.
Desde 2011, tanto Estados Unidos como la Unión Europea impusieron fuertes restricciones económicas contra el régimen de Assad por la violenta represión de protestas antigubernamentales, lo que provocó una larga guerra civil. la guerra, que ya lleva más de 13 años, ha dejado más de medio millón de muertos y ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares, muchos de ellos buscando refugio en Europa.
El lunes, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció que relajará algunas de las restricciones relacionadas con servicios esenciales, como la energía y el saneamiento. Sin embargo, funcionarios norteamericanos advirtieron que cualquier alivio más amplio dependerá de los avances en el terreno político.
Por su parte, Kaja Kallas, jefa de la diplomacia de la Unión Europea, mencionó el viernes que el bloque comunitario estaría dispuesto a levantar ciertas sanciones si el nuevo gobierno sirio toma medidas para garantizar un sistema inclusivo que proteja a las minorías. El 27 de enero, los ministros de Exteriores europeos se reunirán para discutir la situación y definir posibles pasos a seguir.
Entre las prioridades que se evalúan, Kallas destacó las sanciones que afectan la infraestructura, el acceso a servicios bancarios y otros aspectos básicos para la reconstrucción del país. “Si observamos un progreso positivo, estaremos listos para tomar las siguientes decisiones”, señaló la diplomática, subrayando que aún se requiere cautela en el proceso.
Annalena Baerbock, ministra de Exteriores de Alemania, explicó en Riad que Berlín apuesta por un enfoque “inteligente” para que la ayuda humanitaria llegue a quienes más la necesitan. Alemania, además, anunció un nuevo paquete de ayuda de 50 millones de euros destinado a alimentos, refugios de emergencia y atención médica para los sirios.
Desde que rompió relaciones con el gobierno de Assad en 2012, Arabia Saudita había apoyado abiertamente su caída. Sin embargo, el país retomó contacto con Damasco en 2023, cuando organizó una cumbre de la Liga Árabe en la que Assad fue readmitido en el seno regional.
Durante este mes, Riad ha enviado alimentos y suministros médicos a Siria tanto por tierra como por aire. Actualmente, el reino evalúa cómo respaldar la reconstrucción del país y garantizar una transición política que sea sostenible.
“Esta cumbre refleja el interés de Arabia Saudita en liderar los esfuerzos regionales para apoyar la recuperación de Siria”, indicó Anna Jacobs, analista del Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington. Sin embargo, advirtió que aún queda por ver cuánto tiempo y recursos invertirá Riad en esta causa, así como el impacto de las sanciones vigentes.
Las reuniones del domingo son una continuación de las conversaciones celebradas el mes pasado en Jordania, donde las partes llamaron a establecer un gobierno sirio inclusivo, no sectario y representativo a través de un proceso transparente.
Desde Estados Unidos, el subsecretario de Estado, John Bass, también se unirá a las discusiones en Riad tras participar en conversaciones previas en Turquía. Según el Departamento de Estado, las prioridades incluyen garantizar la estabilidad regional, evitar que Siria sea utilizada como base para el terrorismo y asegurar la derrota definitiva del grupo Estado Islámico.
Expertos consideran que Arabia Saudita mantiene una postura más cautelosa frente a la nueva administración siria, en contraste con Turquía y Qatar, que ya reabrieron sus embajadas en Damasco poco después del derrocamiento de Assad.
Umer Karim, académico de la Universidad de Birmingham, señaló que Arabia Saudita intenta acercarse al nuevo liderazgo sirio para evaluar si son capaces de ofrecer estabilidad y controlar a los elementos extremistas dentro de sus filas.
El grupo liderado por Sharaa, Hayat Tahrir al-Sham, surgió de una escisión de al-Qaeda en Siria, aunque ha intentado distanciarse de su pasado extremista y moderar su imagen pública en los últimos años.