BEIRUT (AP) – Ataques casi simultáneos que se cree que han sido llevados a cabo por drones golpearon tres instalaciones de petróleo y gas administradas por el gobierno en el centro de Siria, dijo el sábado la televisión estatal y el ministerio de petróleo.
Nadie se atribuyó la responsabilidad de los ataques, que tuvieron como objetivo la refinería de petróleo de Homs, una de las dos únicas del país, así como dos instalaciones de gas natural en diferentes partes de la provincia de Homs.
Siria ha sufrido escasez de combustible desde principios de año en medio de las sanciones occidentales que bloquean las importaciones, y porque la mayoría de los campos petrolíferos del país están controlados por combatientes dirigidos por los kurdos en el este del país.
La televisión estatal dijo que cree que los ataques fueron llevados a cabo por drones y ocurrieron al mismo tiempo. Dijo que un incendio en la refinería de petróleo de Homs fue pronto controlado. Según el informe, la instalación de gas de Rayan y una tercera instalación, también en la provincia de Homs, fueron alcanzadas.
מאירועי הלילה: מתקפת רחפנים על מתקני נפט וגז של המשטר הסורי בעיר חומס. המשטר הסורי מגדיר זאת כ"מתקפת טרור" שכרגע הכתובת שלה לא ברורה. נראה שמישהו ניסה לחקות את המתקפה האיראנית על מתקני הנפט בסעודיה pic.twitter.com/X5oG9xT7Sv
— roi kais • روعي كايس • רועי קייס (@kaisos1987) December 21, 2019
El Ministerio de Petróleo de Siria dijo que los ataques dañaron algunas “unidades de producción” en las instalaciones. Dijo que se estaban combatiendo incendios y que ya se estaban haciendo reparaciones en algunos lugares.
La ciudad de Homs y sus suburbios han estado totalmente bajo el control del gobierno sirio desde 2017. Sin embargo, algunas partes de la provincia cerca de la frontera con Jordania siguen en manos de los rebeldes.
En junio, los ataques de sabotaje dañaron cinco oleoductos y gasoductos submarinos frente a la ciudad costera mediterránea de Banias, en la provincia de Tartous.
Las importaciones de petróleo de Siria cayeron en octubre de 2018 y la escasez comenzó a principios de 2019, en gran medida como resultado de las sanciones occidentales más estrictas contra Siria y la renovación de las sanciones de Estados Unidos contra Irán, un aliado clave de Siria.
Antes de que el conflicto sirio estallara en 2011, el país exportaba alrededor de la mitad de los 350.000 barriles de petróleo que producía diariamente. Ahora su producción se ha reducido a unos 24.000 barriles diarios, cubriendo solo una fracción de las necesidades domésticas.
En septiembre, un ataque con drones y misiles en Arabia Saudita golpeó la planta de procesamiento de crudo más grande del mundo, cortando dramáticamente el suministro mundial de petróleo. Arabia Saudita dice que se utilizó “armamento iraní”. Irán niega que sus armas estuvieran involucradas.