El grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que lideró la insurgencia que derrocó al presidente sirio Bashar al-Assad, habría exigido a las facciones terroristas palestinas en Siria, como Hamás, la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, que depongan las armas, cierren sus campos de entrenamiento y disuelvan sus estructuras militares.
Según el diario libanés Al-Akhbar, HTS permitirá que estas organizaciones mantengan actividades caritativas y políticas bajo supervisión del Estado sirio, pero les prohíbe usar Siria como base o paso estratégico para ataques contra Israel.
El líder del HTS, Ahmed al-Sharaa (Abu Mohammed al-Julani), anteriormente vinculado a Al Qaeda, busca proyectar una imagen moderada, comprometiéndose a estabilizar Siria, respetar a las minorías religiosas y evitar confrontaciones militares con Israel.