El máximo oficial militar de Estados Unidos dijo el sábado que él y el presidente Donald Trump tienen un “diálogo de rutina” sobre posibles consecuencias militares si el régimen sirio usa armas químicas durante su próximo asalto a Idlib.
El presidente del Estado Mayor Conjunto, Joseph Dunford, dijo a los periodistas en Nueva Delhi que aún no se había tomado una decisión definitiva, informó Reuters.
“Pero estamos en un diálogo, un diálogo de rutina, con el presidente para asegurarnos de que él sepa dónde estamos con respecto a la planificación en caso de que se utilicen armas químicas”, dijo Dunford.
Reuters informa que luego agregó: “Él espera que tengamos opciones militares y le hemos proporcionado actualizaciones sobre el desarrollo de esas opciones militares”.
Estados Unidos advirtió a Siria el martes que responderá “rápida y apropiadamente” si usa armas químicas contra su gente.
“Seamos claros, sigue siendo nuestra postura firme que si el presidente Bashar Assad decide usar nuevamente armas químicas, Estados Unidos y sus aliados responderán rápida y apropiadamente”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en un comunicado.
La Casa Blanca está “vigilando de cerca la situación en la provincia de Idlib, Siria, donde millones de civiles inocentes están bajo la amenaza de un inminente ataque del régimen de Assad, respaldado por Rusia e Irán”, dijo Sanders.
“El presidente Donald J. Trump ha advertido que tal ataque sería una escalada imprudente de un conflicto ya trágico y que pondría en riesgo la vida de cientos de miles de personas”, agregó.
El martes temprano, el Kremlin criticó a Trump por advertir contra una esperada ofensiva del gobierno sirio contra el último bastión de la oposición.
Trump envió el lunes un tweet advirtiendo al gobierno sirio y a sus aliados contra un “ataque temerario” contra la provincia de Idlib, controlada por los rebeldes.
Rusia dice que los jihadistas en Idlib apuntan a sus propias instalaciones en Siria y representan una amenaza terrorista.
Unos tres millones de personas viven en la región noroeste, que recibió renovados ataques aéreos y bombardeos a principios de esta semana.
Las Naciones Unidas han dicho que el asalto plantea la amenaza de un desastre humanitario. El enviado de paz sirio Staffan de Mistura propuso el viernes un plan para que los combatientes vinculados a Al Qaeda en Idlib se retiren de áreas civiles para evitar un baño de sangre en la provincia controlada por los rebeldes.