ANKARA (AP) — El mandatario interino de Siria arribó a la capital turca el martes para abordar la recuperación económica de su país y la situación de las fuerzas kurdas en el norte, consideradas por Turquía una amenaza para su seguridad.
Ahmed al-Sharaa, nombrado presidente interino la semana pasada, recibió en Ankara un recibimiento discreto, lejos del protocolo que suele aplicarse a otros jefes de Estado, quienes son escoltados por tropas montadas y bandas militares.
El ex líder rebelde que encabezó el derrocamiento de Bashar Assad en diciembre realizó su segunda visita al extranjero tras haber viajado previamente a Arabia Saudita.
Recep Tayyip Erdogan estrechó la mano de al-Sharaa a la entrada del extenso complejo presidencial. Vestido con traje y corbata roja, el sirio parecía aludir con su atuendo a los colores de la bandera turca, mientras un grupo reducido de la guardia de honor lo recibía.
Turquía se consolidó como un aliado clave del nuevo gobierno sirio tras haber respaldado a los grupos opositores a Assad durante los trece años de guerra civil. La oficina de Erdogan indicó que las conversaciones abordarán estrategias para estabilizar Siria y reactivar su economía.
El gobierno turco, que comparte una frontera de 910 kilómetros con Siria, considera a las milicias kurdas sirias una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito en Turquía, y exige su disolución. Estas milicias conforman el componente principal de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de Estados Unidos.
Grupos armados respaldados por Turquía combaten actualmente a las FDS con el objetivo de expulsar a las milicias kurdas de la zona fronteriza.
Mazloum Abdi, comandante de las FDS, reveló a The Associated Press que se reunió recientemente con al-Sharaa en Damasco. Según Abdi, ambas partes buscan puntos en común mediante negociaciones mediadas para definir el futuro del país y de la comunidad kurda.
Turquía se convirtió en el principal destino de refugiados sirios tras el inicio de la guerra civil en 2011, acogiendo a más de 3,8 millones de personas en su punto máximo en 2022.