El presidente sirio abandonó Damasco hacia un destino desconocido, mientras los rebeldes afirman haber tomado la capital y proclaman el fin de su mandato.
Rebeldes aseguran el control de Damasco tras rápida ofensiva
El alto mando militar sirio comunicó a sus oficiales que el gobierno de Bashar al-Assad ha llegado a su fin. Un oficial sirio, en declaraciones a Reuters, confirmó la información, destacando que la ofensiva rebelde se desarrolló con gran velocidad, sorprendiendo tanto al país como a la comunidad internacional.
Por otro lado, fuentes rebeldes informaron que están preparando una declaración oficial, la cual será transmitida en la televisión estatal siria, donde anunciarán la liberación de Damasco del régimen de Assad. “Damasco ahora está libre de Assad”, señalaron dos portavoces del movimiento rebelde.
Según dos altos mandos militares, Bashar al-Assad dejó la capital siria en las primeras horas de la mañana, dirigiéndose a un destino que no ha sido revelado. Mientras tanto, los rebeldes aseguran que no hay presencia significativa del ejército en Damasco y que han tomado el control sin resistencia aparente.
En Israel, el gobierno ha descartado cambios en las medidas de seguridad en los Altos del Golán, según las autoridades locales. Tras evaluar la situación, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) concluyeron que no es necesario imponer restricciones adicionales, pese a la caída del régimen vecino.
Detalles clave sobre la ofensiva rebelde
- El presidente Bashar al-Assad abandonó Damasco hacia un destino no identificado.
- Los rebeldes afirman que la capital está bajo su control sin enfrentamientos militares significativos.
- Israel mantiene la calma en los Altos del Golán y no implementará nuevas restricciones.
- Se espera una declaración rebelde en la televisión estatal siria proclamando el fin del régimen de Assad.
Israel mantiene la calma tras la caída del régimen en Siria
Mientras las noticias del colapso del régimen de Assad recorren la región, las autoridades israelíes han confirmado que no habrá cambios en las restricciones para los residentes de los Altos del Golán. La decisión fue comunicada por el Consejo Regional del Golán, que señaló que las operaciones militares en la zona de amortiguación podrían generar ruidos de explosiones.
En paralelo, informes sin confirmar reportaron movimientos de tanques israelíes hacia territorio sirio desde los Altos del Golán. Según estas versiones, las fuerzas israelíes habrían avanzado hacia la zona de Quneitra, donde llevaron a cabo bombardeos de artillería, aunque las autoridades israelíes no han corroborado esta información.
Por su parte, la Radio del Ejército había adelantado que las FDI estaban considerando imponer restricciones a las reuniones públicas y actividades escolares, aunque finalmente las evaluaciones concluyeron que estas medidas no son necesarias en este momento.
El Consejo Regional recordó a los ciudadanos que las operaciones militares israelíes en la zona de amortiguación son parte de las medidas de seguridad habituales, y no representan una amenaza inmediata para los residentes.
Estados Unidos y la comunidad internacional reaccionan a la crisis
En Washington, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Sean Savett, declaró que el presidente Joe Biden y su equipo están monitoreando de cerca los “extraordinarios acontecimientos” en Siria. Asimismo, aseguró que Estados Unidos mantiene comunicación constante con sus aliados en la región.
La ofensiva rebelde marca el fin de cinco décadas de dominio de la familia Assad en Siria. Este desarrollo histórico se dio tras una serie de ataques que culminaron esta semana con la toma de Damasco y la aparente huida de Bashar al-Assad hacia un lugar desconocido.
Ante la ausencia de Assad, el primer ministro sirio, Mohammed Ghazi Jalili, anunció que el gobierno está dispuesto a colaborar con la oposición y facilitar la transición hacia un nuevo gobierno. Jalili afirmó: “Estoy en mi casa y no he salido, y esto es por mi pertenencia a este país”, en un mensaje en video difundido horas después de conocerse la noticia.
Los rebeldes también han hecho un llamado a los sirios en el exilio, invitándolos a regresar a un país que consideran “recién liberado”. Las celebraciones comenzaron en la plaza principal de Damasco, donde miles de ciudadanos se congregaron para entonar cánticos de libertad y unidad nacional.
Escenarios en Damasco tras la caída del régimen
Reporteros de Associated Press han documentado la situación en Damasco. Según testimonios, se observan civiles armados en las afueras de la capital, mientras el cuartel general de la policía parece estar desierto, con la puerta principal abierta y sin agentes visibles en los alrededores.
En otro punto de la ciudad, se grabaron imágenes de un puesto de control militar abandonado, donde se encontraron uniformes tirados en el suelo bajo un cartel que llevaba el rostro de Bashar al-Assad.
Hadi al-Bahra, líder del principal grupo opositor sirio en el extranjero, afirmó que Damasco se encuentra ahora “sin Bashar al-Assad”. Sus declaraciones reflejan la confianza de la oposición en que el régimen ha llegado a su fin tras los recientes acontecimientos.
Mientras tanto, en diversas partes de la ciudad, los ciudadanos continúan celebrando lo que consideran el inicio de una nueva etapa para Siria. Testigos describen el ambiente como cargado de esperanza, con multitudes coreando mensajes de libertad en las calles y plazas de la capital.
Preguntas y respuestas sobre el colapso del régimen de Bashar al-Assad
La ofensiva rebelde fue decisiva para el colapso del régimen de Bashar al-Assad. Tomaron ciudades clave como Homs y Damasco, debilitando la capacidad militar del gobierno. El rápido avance sorprendió tanto al régimen como a la comunidad internacional, marcando el fin de 50 años de control de la familia Assad en Siria.
Tras la caída de Assad, las fuerzas israelíes reforzaron su presencia en los Altos del Golán. También se reportaron movimientos hacia la zona de amortiguación en Quneitra. Sin embargo, Israel mantiene su postura de no intervenir directamente en la guerra interna de Siria, enfocándose en proteger su territorio.
La comunidad internacional expresó preocupación por la situación en Siria. Líderes como Joe Biden y representantes de la ONU monitorearon de cerca los acontecimientos. En Qatar, ministros de Asuntos Exteriores discutieron una transición política para garantizar estabilidad y seguridad en el país.
En Damasco, miles de personas celebraron la caída del régimen cantando “Libertad” en las calles. También se reportaron protestas en distritos clave. La ausencia de fuerzas militares del régimen permitió que los rebeldes ingresaran sin resistencia, consolidando su control sobre la capital.
La toma de Homs cortó las rutas de suministro entre Damasco y las provincias costeras, debilitando al régimen. Esta ciudad era un cruce estratégico para las operaciones militares del gobierno, y su pérdida simbolizó un duro golpe tanto logístico como moral para Assad y sus aliados.
La retirada de fuerzas gubernamentales marcó la incapacidad del régimen para mantener el control sobre la capital. Las fuerzas de seguridad abandonaron puestos clave, dejando evidencia del colapso del aparato estatal. Esto permitió a los rebeldes tomar el control de Damasco sin enfrentamientos significativos.
La caída del régimen generó incertidumbre y pánico entre los residentes. Miles huyeron hacia el Líbano buscando refugio, mientras otros celebraron en las calles. La escasez de productos básicos y el cierre de negocios aumentaron las tensiones en Damasco y otras ciudades.
Tras tomar Damasco, los rebeldes se enfocaron en consolidar su control territorial. Emitieron mensajes instando a la reconciliación y prometieron no dañar a quienes abandonaran las armas. Este avance representa un momento histórico en su lucha contra el régimen de Assad.
El colapso de Assad cambia la dinámica en Oriente Medio. Países como Irán y Rusia pierden un aliado clave, mientras que Israel y Turquía ajustan sus estrategias. La transición política en Siria será crucial para estabilizar la región y evitar un vacío de poder que pueda ser explotado por grupos extremistas.
La caída de Bashar al-Assad tras 24 años de régimen autoritario marca un punto crucial en la historia de Siria. Representa el fin de un capítulo oscuro y abre la posibilidad de una transición hacia un nuevo sistema político, aunque los desafíos para alcanzar la paz y la estabilidad son inmensos.