El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, considera la posibilidad de una acción militar en el norte de Siria para contrarrestar las amenazas que, según él, representan los grupos kurdos sirios para la seguridad de Turquía.
Erdogan ha señalado además que corresponde a Estados Unidos y otras potencias occidentales asumir la “responsabilidad de impedir que Israel” realice operaciones en suelo sirio, sugiriendo un papel más activo de estas naciones en la región.
A diferencia de Turquía, que mantiene el control sobre amplias zonas del norte de Siria, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han ingresado recientemente a una zona de amortiguación en los Altos del Golán. Este movimiento, según las FDI, es temporal y busca garantizar el cumplimiento del acuerdo de retirada de 1974 que estableció una zona desmilitarizada.
En un contexto de enfrentamientos recientes, Erdogan se refirió a los choques entre combatientes respaldados por Turquía y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición liderada por los kurdos y respaldada por Estados Unidos. Estos enfrentamientos se desarrollan en áreas cercanas a Kobani y a la presa de Tishrin, situada sobre el río Éufrates.
Erdogan subrayó la determinación de Turquía al afirmar: “Demostraremos que ha llegado el momento de neutralizar a las organizaciones terroristas presentes en Siria. Lo haremos para evitar nuevas amenazas procedentes del sur de nuestras fronteras”.
Ankara clasifica a las FDS como una organización terrorista debido a su vinculación con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en Turquía. Las FDS, por su parte, aseguraron que los intentos de mediación de Estados Unidos no lograron establecer una tregua duradera en el norte sirio.
Según Erdogan, “el fin del camino para las organizaciones terroristas está cerca. No hay lugar para los terroristas en el futuro de la región. La vida útil del PKK y sus extensiones ha expirado”. Además, destacó que asegurar la frontera siria impediría al PKK reclutar nuevos combatientes.
El mandatario turco también valoró positivamente los contactos internacionales con los nuevos líderes de Siria, calificándolos como “una señal de confianza” hacia la administración emergente. Aseguró que Turquía contribuirá a establecer estructuras estatales en el país vecino.
Por último, Erdogan confirmó que el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, planea visitar Siria próximamente para abordar estos temas.