ANKARA (Reuters) – El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo el jueves que hasta 250.000 migrantes estaban huyendo hacia Turquía desde la región noroccidental de Idlib, en Siria, después de semanas de renovados bombardeos por parte de las fuerzas gubernamentales rusas y sirias.
Turquía ya alberga a unos 3.7 millones de refugiados sirios, la mayor población de refugiados del mundo, y Erdogan dijo que estaba tomando medidas con cierta dificultad para evitar que otra oleada cruzara su frontera.
Con el agravamiento del invierno y la escalada de la crisis, las Naciones Unidas han dicho que unas 284.000 personas habían huido de sus hogares hasta el lunes. Hasta 3 millones de personas viven en Idlib, la última franja de territorio en manos de los rebeldes después de la guerra civil de Siria, que duró casi nueve años.
“En este momento, entre 200.000 y 250.000 migrantes se están desplazando hacia nuestras fronteras”, dijo Erdogan en una conferencia en Ankara. “Estamos tratando de prevenirlos con algunas medidas, pero no es fácil. Es difícil, ellos también son humanos”.
Ciudades y aldeas han sido golpeadas por aviones rusos y artillería siria desde un renovado asalto del gobierno el mes pasado, a pesar del acuerdo alcanzado en septiembre pasado por los líderes de Turquía, Rusia e Irán para aliviar las tensiones.
Al menos ocho personas, entre ellas cinco niños, fueron asesinadas el miércoles en la ciudad de Idlib cuando el ejército sirio lanzó misiles que alcanzaron un refugio para familias desplazadas, dijeron testigos y residentes.
En un informe, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) dijo que la ciudad de Maarat al-Numan y el campo circundante “están, según se informa, casi vacíos”.
“El desplazamiento durante el invierno está exacerbando aún más la vulnerabilidad de los afectados. Muchos de los que huyeron necesitan urgentemente apoyo humanitario, en particular refugio, alimentos, salud, asistencia no alimentaria y ayuda para la preparación para el invierno”, dijo la OCAH.
Dijo que los desplazados en diciembre huían hacia Turquía, otras partes del norte de Idlib o hacia otras zonas del norte de Siria, como Afrin y al-Bab, que Turquía capturó en anteriores operaciones militares transfronterizas.
El presidente sirio Bashar al-Assad, con el apoyo de Rusia e Irán, ha prometido recapturar Idlib. Turquía ha apoyado durante años a los rebeldes sirios que luchan por derrocar a Assad.
Erdogan dijo el mes pasado que su país no podía soportar una nueva oleada de inmigrantes de Siria, advirtiendo a Europa que sentirá el impacto de tal afluencia si no se detiene el bombardeo.
Tanto Moscú como Damasco niegan las acusaciones de bombardeo indiscriminado de zonas civiles y dicen que están luchando contra militantes islamistas inspirados por Al Qaeda. Sin embargo, sus avances también ejercen presión sobre Turquía, que tiene 12 puestos militares en la zona.
El martes, el Ministro de Defensa turco Hulusi Akar dijo que no era posible que Turquía evacuara sus puestos de observación en Idlib.