Estados Unidos dijo que el domingo llevó a cabo un ataque contra Al Qaeda en el noroeste de Siria, calificando el área como un “refugio seguro” para que el grupo tramara ataques en el extranjero.
El ataque dirigido contra una instalación de entrenamiento tuvo como objetivo a “operativos responsables de conspirar ataques externos que amenazaban a ciudadanos estadounidenses, a nuestros socios y a civiles inocentes”, dijo el Comando Central de Estados Unidos en una declaración.
“Con nuestros aliados y socios, seguiremos atacando a Dáesh (acrónimo árabe del grupo Estado Islámico) y a Al Qaeda, para impedir que estos dos grupos utilicen Siria como refugio”, indica el comunicado
El domingo de noche, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) indicó que un ataque en la región de Alepo provocó ocho muertos, entre ellos seis comandantes del grupo Hurras al Din, vinculado a Al Qaeda, el cual podría haber sido lanzado por la coalición liderada por Estados Unidos.
“Seis jefes, entre los cuales dos tunecinos, dos argelinos, un egipcio y un sirio murieron en un bombardeo cuyo blanco era una reunión en (…) un sector ubicado al oeste de Alepo”, según el OSDH. En el bombardeo, además perecieron dos combatientes del grupo, añadió la fuente.
Hurras al Din permanece activo en un área que aún se encuentra fuera del control del régimen e incluye gran parte de la provincia de Idlib, así como sectores en las vecinas de Hama, Alepo y Lataquia.
Esta región está dominada por el grupo Tahrir al-Sham, ex rama siria de Al Qaeda, junto al cual combate Hurras al Din.
El noroeste es el último territorio importante de Siria que todavía está en manos de grupos rebeldes que luchan contra el presidente Bashar al-Assad y está dominado por facciones jihadistas como Tahrir al-Sham, la última iteración del antiguo afiliado de Al Qaeda, el Frente de Nusra.
El gobierno sirio está llevando a cabo una ofensiva respaldada por la aviación rusa contra el enclave que ha provocado la huida de cientos de miles de civiles, muchos de ellos ya desplazados, de sus hogares.
Una coalición encabezada por Estados Unidos ha estado luchando contra el Estado Islámico en Siria desde 2014 con una intensa campaña aérea y tropas de tierra en apoyo de las fuerzas locales.
Las fuerzas estadounidenses también han llevado a cabo ataques periódicos contra presuntos militantes jihadistas de Al Qaeda y otros grupos en otras partes de Siria, incluido el noroeste.