El fondo de pensiones noruego KLP anunció la exclusión de las empresas Oshkosh Corporation, de Estados Unidos, y ThyssenKrupp, de Alemania, de su cartera de inversiones. La decisión responde a la venta de equipos y armamento utilizados por las fuerzas israelíes en la guerra de Gaza.
KLP señaló que Oshkosh Corporation provee camiones al ejército de Israel, los cuales se convierten en vehículos blindados para el transporte de tropas. La empresa, según el fondo, mantiene una relación de suministro con fines militares.
Por su parte, ThyssenKrupp acordó entregar corbetas y submarinos a la armada israelí antes del inicio de la guerra en Gaza. Estas entregas, según KLP, se mantienen vigentes tras el estallido de la guerra.
Kiran Aziz, jefe de inversiones responsables de KLP Asset Management, afirmó: “Las empresas tienen el deber independiente de ejercer la debida diligencia para evitar la complicidad en violaciones de los derechos humanos fundamentales y el derecho humanitario”. La declaración subraya la postura del fondo contra las operaciones que vulneren normas internacionales.
Con activos gestionados por valor de $114.000 millones en el primer trimestre, KLP vendió sus participaciones en Oshkosh Corporation, equivalentes a 19 millones de coronas ($1,9 millones). Asimismo, deshizo su inversión en ThyssenKrupp, valorada en 10 millones de coronas.
La exclusión de ambas compañías se fundamenta en los criterios de KLP, que prohíben inversiones en empresas que vendan armas a estados involucrados en conflictos armados, cuando estas se utilicen en violaciones graves del derecho internacional. El fondo destacó que las dos empresas mantienen vínculos prolongados con el ejército israelí, con entregas continuas tras el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, desencadenada por el ataque del grupo terrorista Hamás que dejó 1.200 muertos en Israel, principalmente civiles.
Expertos de la ONU advirtieron en junio de 2024: “La transferencia de armas y municiones a Israel puede constituir graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y correr el riesgo de complicidad del Estado en crímenes internacionales, posiblemente incluido el genocidio”.
El fondo soberano de Noruega, con activos cercanos a $1,9 billones, enfrenta presiones para desinvertir en empresas vinculadas a la guerra en Gaza y a la política de asentamientos en Judea y Samaria. Sin embargo, el Parlamento noruego rechazó recientemente, por 88 votos contra 16, una propuesta para endurecer las normas de inversión del fondo en compañías que operen en esas regiones.
Con ingresos provenientes de las exportaciones de petróleo y gas, el fondo soberano noruego, el mayor del mundo, mantiene inversiones globales por casi $1,65 billones. Mientras tanto, Israel enfrenta embargos y cancelaciones de pedidos de armas por parte de algunos países debido a la guerra en Gaza.