Fuentes sirias anónimas revelaron al medio libanés Al-Akhbar que el régimen sirio carece de un acuerdo interno sobre las intensas negociaciones de paz con Israel, mediadas por Estados Unidos. Aunque informes sugieren que Siria considera normalizar relaciones, las discusiones internas muestran divisiones significativas.
Personas cercanas al presidente Ahmed Al-Sharaa desmienten que este apoye plenamente establecer lazos con Israel, como afirman enviados internacionales.
Figuras próximas a Al-Sharaa proponen a los mediadores estadounidenses un pacto limitado que ponga fin a las hostilidades con Israel, sin avanzar hacia relaciones formales. Dos razones principales explican esta resistencia. Primero, el régimen enfrenta dificultades para justificar un acuerdo de paz mientras persiste la guerra en Gaza y la condena árabe a las acciones militares israelíes. Segundo, sectores proturcos en el círculo de Al-Sharaa temen que la normalización aumente la influencia de Israel y Arabia Saudita en Siria, reduciendo el peso de Turquía en la región.
Un reporte del canal libanés LBCI indica que Damasco no prioriza la devolución de los Altos del Golán en las negociaciones. En su lugar, el régimen busca que Israel reconozca al nuevo gobierno sirio, retire sus fuerzas de las zonas controladas en el sur del país desde enero, firme acuerdos de seguridad en esa región y obtenga un respaldo estadounidense, cuyo alcance aún no se detalla.
Tras el alto el fuego entre Israel e Irán el domingo pasado, el primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó que la ofensiva contra Irán creó “amplias posibilidades regionales”. Medios locales interpretaron estas palabras como un guiño a los esfuerzos de Estados Unidos para detener la guerra en Gaza y fomentar acuerdos de normalización entre Israel, Siria y Arabia Saudita.
Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad nacional de Israel, confirmó la semana pasada que ambos países mantienen contactos directos diarios y exploran la posibilidad de normalizar relaciones.